Continúa la polémica en torno a las obras de la L8 que afectarán de pleno el Parco Joan Miró. Esta semana empezará el proyecto de reforma de la línea L8 de metro por conectar la plaza de España y Gracia, y el espacio más afectado será el Parque de Joan Miró, que perderá 94 árboles para permitir el paso a los camiones que amontonarán la tierra extraída de la tuneladora en este pulmón verde de la ciudad. Así, durante la semana que empezamos, se procederá a la tala del arbolado que los vecinos critican. Habrá dos fases: primeramente la retirada de los árboles y la preparación del depósito de tierras y posterior instalación de una valla subterránea y posteriormente la construcción de una galería subterránea que dé inicio a la segunda parte de las obras.
Aun así, las protestas de los vecinos han conseguido que finalmente solo se talen la mitad de los árboles previstos y un 20% menos de la cifra estimada en la última revisión del Departamento de Territorio. Lejos de estar satisfechos, los vecinos preparan nuevas movilizaciones para evitar la tala de estos 94 ejemplares que dan sombra y frescura al Parque de Joan Miró. De hecho, la Plataforma Salvamos el Parque ha pedido al Departamento de Territorio el atraso de la tala de árboles para que el parque continúe siendo un refugio climático para los ciudadanos de Barcelona.

Un aumento de costes de seis millones de euros
Según el Departamento de Territorio, hacer estos cambios que afectan la tala de arbolado tendrá consecuencias también en el presupuesto de las obras de la L8. Concretamente, los trabajos se encarecerán unos seis millones de euros. De hecho, Territorio tiene un plan en cuanto a los árboles: de los 94 que impiden la entrada de los camiones actualmente, 75 se talarán definitivamente y 19 se trasplantarán al mismo parque entre este verano y el invierno que viene.


