El Hospital Vall d’Hebron ha puesto en marcha este miércoles un estudio piloto para evaluar el uso de un nuevo sistema que están implementando para mejorar la vida de las personas con movilidad reducida. Concretamente, se trata del dispositivo MouthX, desarrollado por la empresa Aurax, que permite controlar dispositivos con la boca a las personas que no pueden usar las extremidades superiores del cuerpo. Esta nueva tecnología, similar a una férula dental, se hace a medida de cada persona, se fija lateralmente a los dientes y es invisible desde el exterior. Se puede conectar a cualquier dispositivo electrónico compatible, como móviles, tabletas u ordenadores, y permite controlarlo con movimientos de la lengua, la mandíbula y la cabeza.

Para evaluar su efectividad, cuatro personas con movilidad reducida en las extremidades superiores del tronco han participado en la prueba piloto de este centro hospitalario barcelonés. En este sentido, entre las personas que han participado del proyecto piloto hay personas que han probado la tecnología y personas voluntarias con lesiones medulares y esclerosis múltiple. Una de estas personas es Armando Folgado, que tiene pentaplejia por una lesión medular y también es uno de los socios de la compañía: «Este dispositivo me permite tener más autonomía, libertad e intimidad de una forma más cómoda que los que existen actualmente», asegura. En comparación con otros proyectos de estas características que ya se implementan, desde Vall d’Hebron detallan que este nuevo sistema busca ser más económico, requerir menos esfuerzo y tener un control más preciso y una respuesta más rápida y natural.

Stand de la empresa Aurax en el 4YFN del Mobile World Congress, donde se ha expuesto el dispositivo MouthX / Maria Asmarat (ACN)

Un sistema por Bluetooth

Por su parte, el fundador de Audax -la empresa que ha diseñado el aparato-, Narcís Codina, explica en conversación con la Agencia Catalana de Noticias (ACN) que el sistema funciona gracias a la tecnología Bluetooth. Además, la férula que se colocan las personas con movilidad reducida también lleva una especie de mandos que emulan un ratón y un teclado. Un conjunto de cuestiones que, según asegura el socio de la compañía y participante del estudio piloto de Vall d’Hebron, mejoran la calidad de vida de las personas que lo usan: «Hacía 11 años que no podía manejar mi teléfono y ahora vuelvo a estar conectado cuando estoy fuera de casa», celebra Folgado. «Ahora puedo enviar un WhatsApp, que antes podía pero tenía que ser por voz y todo el mundo sabía lo que decía», continúa.

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa