La polvareda levantada y la vía judicial en marcha no han conseguido parar el espectáculo Natura Encesa. El discutido acontecimiento lumínico ha abierto sus puertas con normalidad este lunes por la tarde en los jardines de Torre Girona, donde está previsto que se esté hasta el 21 de enero del 2024. El estreno de la iniciativa ha venido precedida de una protesta que ha contado con la participación de cerca de un centenar de personas y que tenía por objetivo aumentar la presión hacia los responsables de la instalación, a quien acusan de querer destruir la biodiversidad de este espacio, un parque verde donde se pueden encontrar cerca de una cuarentena de animales y especies vegetales protegidas.
La concentración ha contado con el apoyo de varias entidades ecologistas y de la formación animalista PACMA, así como de varios trabajadores del Barcelona Supercomputing Center (BSC), que tiene su sede a los jardines. «Las luces son una molestia porque en algunos casos se está proyectando directamente sobre las ventanas. Algunos compañeros también se han quejado del ruido y estamos pensando en medir los decibelios porque creemos que están muy por encima del permitido. Estamos esperando a ver si el Ayuntamiento reacciona, pero parece que no quiere cambiar de opinión. Esperamos que al menos lleven a cabo medidas cautelares», señala Eneko Martín, delegado sindical de la CGT en el BSC, que remarca que ya han recogido más de 300 firmas entre los empleados pidiendo que se pare el espectáculo.

Por su parte, la responsable territorial del PACMA en Cataluña, Beatriz Arévalo, ha acusado al consistorio de querer privatizar un espacio público y ha asegurado que están estudiando emprender medidas legales contra la iniciativa. «Ningún Ayuntamiento tiene que venderse a una empresa privada. Este espacio pertenece al barrio de Pedralbes y a sus vecinos. No descartamos personarnos en la denuncia», ha afirmado.
Licencia in extremis
Hay que recordar que el pasado viernes se materializaba la denuncia presentada por la Asociación de Vecinos de Zona Universitaria contra los impulsores del espectáculo por un posible delito contra los recursos naturales y el medio ambiente y otro contra la protección de la flora y la fauna. En la querella registrada por el despacho del abogado Jaume Alonso Cuevillas, los afectados pedían la adopción de medidas cautelares para parar el acontecimiento y las intervenciones sobre el terreno derivadas hasta que la empresa concesionaria y las dos administraciones competentes -Ayuntamiento y Generalitat- verificaran que se habían llevado a cabo las correcciones o aplicado las medidas pertinentes para evitar cualquier daño ecológico, especialmente sobre la fauna y la flora de los jardines.

Con un ojo a los tribunales por las medidas cautelares
La petición, sin embargo, no ha llegado finalmente a tiempo y la iniciativa se ha podido estrenar sin impedimentos legales y con la licencia de actividad concedida in extremis, según ha podido saber el TOT Barcelona. Ahora bien, la cruzada de los vecinos de la mano del Barcelona Supercomputing Center (BSC) y la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) -ambas instituciones tienen sedes a los jardines- continúa y el juez podría decretar el cierre preventivo del espectáculo en caso de considerar que con el montaje de todos los elementos luminosos y de los centenares de kilómetros de cableado se ha vulnerado la integridad de la biodiversidad de los jardines y que esta situación no puede hacer más que empeorar con el inicio de la actividad al parque.