En los últimos meses la comisaría de Via Laietana ha estado en el centro del debate político en Barcelona. Varias entidades memorialistas han pedido formalmente al gobierno español que la Jefatura Superior de Policía ubicada en esta arteria de la capital catalana sea inscrita al inventario que recoge los espacios de memoria democrática. Una acción, y un pasado, que ha dividido a los grupos municipales. La última persona en pronunciarse ha sido la número 2 del PSC para las próximas elecciones, Maria Eugènia Gay, que ha defendido el uso actual de las instalaciones y el «servicio público» que realizan los agentes destinados a este equipamiento policial de la capital catalana.
En medio de este panorama aparece ahora un libro escrito por Gemma Pasqual que recoge la historia de 22 mujeres que sufrieron violencia policial en esta comisaría. El Editorial Comanegra, impulsora del libro titulado ‘Torturadas’, explica que el proyecto resume dos años de trabajo y da voz a 22 personas «con sensibilidad, pero sin edulcorantes». Tal como recoge el ACN, muchos de estos testigos eran inéditos hasta ahora.
Testigos que van más allá de la dictadura
La editorial apunta que las historias que relatan un recorrido que «descarta cualquier tentación de creer que las torturas en Via Laietana fueron cosa solo del régimen franquista». Es más, las primeras páginas recogen el testigo de la Xènia Garcia, torturada en 2019, hace un salto atrás hacia el 1941 y vuelve más tarde a la década de los 2000.
Entre estas historias hay la de la Teresa Alabèrnia, que muestra «amenazas» de los policías y como la «sororidad» la salvó. También destaca el testigo de Ruth Navarro, que fue detenida el 2002 durante una manifestación el 12 de octubre. Navarro ha explicado durante la presentación que recibió «insultos, una bota en la cabeza, las manos ligadas con bridas y cinco horas de cara a la pared» en pleno siglo XXI. «Cuando salí pensé que se los caería el pelo, y no», ha remarcado en unas declaraciones recogidas por la ACN.