La policía de Cataluña ha reforzado la vigilancia en los barrios de la Mina, el Besòs y la Pau para poder detectar armas y drogas gracias a los controles instaurados por los Mossos d’Esquadra. Esta medida llega después de semanas especialmente calientes en esta zona del Área Metropolitana de Barcelona en las cuales se han producido varios incidentes y tiroteos entre los clanes de la zona, un hecho que ha causado que la sensación de inseguridad haya aumentado.
El dispositivo de los Mossos
La policía catalana no estará sola en la zona, y es que el dispositivo policial también incluye a la Guardia Urbana de Barcelona y la Policía Local de Sant Adrià de Besòs, efectivos que se sumarán al refuerzo y potenciación del dispositivo ‘Límite’ con más controles e identificaciones a los vehículos y poder detectar armas de fuego, blancas y drogas. Un hecho destacable, puesto que desde hace una semana que en los controles policiales también hay agentes de la BRIMO, la ARRO y agentes de Seguridad Ciudadana.
Además de los ya mencionados controles en las entradas y salidas de estos barrios, también se harán en los llamados «lugares de interés» de estos barrios. A los controles se los sumará también un sistema de patrullaje dinámico que busca aumentar el conocimiento policial de la zona y que esto permita a los efectivos policiales poder actuar mucho más rápido en caso de que se produzcan «incidentes críticos».

El tiroteo del 1 de abril, la gota que derramó el vaso
Uno de estos últimos incidentes, y que ha acabado de derramar el vaso de la paciencia policial, fue el tiroteo del pasado 1 de abril. Un hombre disparó con arma de fuego e hirió una mujer que estaba dentro de un bar en la calle de Mart. La DIC de los Mossos se encargó de la investigación que acabó con la detención del presunto autor y la de un segundo hombre (que no estaba relacionado con este tiroteo, pero que tenía un requerimiento judicial pendiente por cuatro homicidios en grado de tentativa y tenencia ilícita de armas).