No es habitual que durante el mes de noviembre las temperaturas lleguen con tanta facilidad a los 25 grados o más. Es más, el Observatorio Fabra superó el récord de temperatura máxima del mes de noviembre esta semana, con máximas superiores a los 26 grados. Se trata de una anomalía a la cual ya nos estamos acostumbrando, pero que podría tener los días contados en Barcelona. Todos los portales meteorológicos prevén un descenso repentino de la temperatura de cara a este viernes, que podría venir acompañado de algunos chubascos en la capital.
En cuanto al termómetro, el giro es de 180 grados. Si hoy jueves las temperaturas a mediodía se estabilizan en los 23 – 24 grados, mañana viernes, en las horas de más sol, el termómetro apenas llegará a los 17 grados. Más de cinco grados de diferencia. El fin de semana se presenta con una tónica similar a la del viernes, con temperaturas máximas de no más de 20 grados de media, 22 en los ratos más soleados. Ahora bien, el invierno todavía será más marcado a inicios de la semana próxima. La gráfica típica que señala la temperatura cae en picado: martes con máximas de 20 grados, miércoles de 17 y el próximo jueves de 16.

Las lluvias podrían aparecer de nuevo
El anorak no es lo único que habrá que coger para salir de casa, puesto que viernes se prevén algunos chubascos en Barcelona. De nuevo aislados y exiguos, insuficientes para paliar una situación de sequía que es la más grave en años en Cataluña. Entre las 11 de la mañana y las 15 de mediodía se prevé algún pequeño aguacero en la capital. Según apunta el