El mercado de la Boqueria se reformará. Coincidiendo con la puesta al día de la Rambla que ya se está ejecutando, la instalación municipal, con 23,2 millones de visitantes al año, prepara una remodelación con un triple reto: mantener la función de mercado municipal, preservar su singularidad y disponer de una oferta comercial que garantice su viabilidad. Con un presupuesto de como mínimo unos 12 millones, las obras empezarán en 2025 y se espera que puedan estar culminadas en 2027.
Una vez se haya acabado la renovación, el mercado tendrá establecimientos con más variedad de oferta y con un mayor equilibrio entre el producto fresco y el elaborado, según el Ayuntamiento. La intención es mantener y actualizar el núcleo central dedicado al pescado y construir un nuevo pasillo central para oxigenar el actual edificio. Según la regidora de Mercados, Raquel Gil, la parte del pescado ha quedado «obsoleta» y se tiene que renovar.
El mercado no cerrará totalmente
A diferencia de otras renovaciones de mercados en que los comerciantes se trasladan a una carpa provisional mientras duran las obras de reforma, en este caso no será así. Gil ha aclarado que se intentará que las afectaciones sean las mínimas y si se hace algún cierre se buscará que sea puntual. No se plantea ahora mismo que la Boqueria cierre durante dos años.

Apertura hacia la plaza de la Gardunya
También está previsto que la Boqueria se abra hacia la plaza de la Gardunya, que también se remodelará con el objetivo de dotarla de unos nuevos usos. Se hará una nueva fachada del mercado con la plaza, para mejorar la apertura del equipamiento hacia el barrio del Raval, con la idea de que, en un futuro, la Boqueria tenga dos entradas igual de importantes, la de la Rambla y la de la Gardunya. El regidor de Ciutat Vella, Albert Batlle, ha dicho que la Gardunya no puede ser el «trastero» de la Boqueria. El primer paso para dotar a la Gardunya de unos nuevos usos implica recuperar la antigua escuela Massana, ahora ocupada, y convertir el edificio en un equipamiento público.
Además, en el proyecto de reforma de la Boqueria, se sustituirá la cubierta de fibrocemento del edificio. Justamente, esta retirada del fibrocemento será una de las partes más importantes de la reforma, tanto en lo que se refiere a la seguridad como a los metros cuadrados, a pesar de que el consistorio no ha dado detalles concretos de esta intervención. De hecho, el proyecto ejecutivo de la remodelación del mercado todavía no está hecho.

Modificación de la ordenanza de mercados
Para llevar a cabo la reforma, el Ayuntamiento tendrá que tramitar una modificación tanto de la Ordenanza Municipal de Mercados como del reglamento interno de funcionamiento del mercado de la Boqueria, que ya se está abordando con los comerciantes. Ayuntamiento y comerciantes han iniciado un proceso de diálogo que acabará con un acuerdo para la transformación. Así, en un futuro, el mercado tendrá un nuevo reglamento y una nueva ordenanza. Entre otras cuestiones que se tendrán que regular, Gil ha citado el mix comercial y el equilibrio entre ser un mercado y un punto de interés turístico. Batlle ha defendido que la Boqueria sea el «gran mercado del Raval». El Ayuntamiento estima que unas 45.000 personas del entorno de la Boqueria pueden comprar allí. De los 23,2 millones de visitantes totales, la gran mayoría son turistas.
En la rueda de prensa de la presentación, el presidente de la asociación de Vendedores del Mercado de la Boqueria, Jordi Mas, ha dicho que en un futuro el equipamiento no puede perder los espacios de productos frescos y tendrá que tender hacia paradas «superespecializadas». Sobre la reforma, Mas ha pedido al Ayuntamiento «inversión» y «consenso».

El mercado más antiguo de Barcelona
Según el consistorio, la Boqueria «es un referente internacional» y el mercado más antiguo de la ciudad, ya que sus orígenes se remontan al siglo XIII. Con 178 establecimientos, es el mercado con más comercios de toda la red de mercados de la ciudad, tiene tres veces más que los mercados de Sant Antoni (54) o Santa Caterina (60). La Boqueria también es el mercado municipal que recibe más visitantes, un 370% más que el de Sant Antoni y un 722% más que el de Santa Caterina.