Polémica en la Universitat de Barcelona (UB) por los mensajes subidos de tono del vicerrector a una alumna. El medio
«No sé si te lo podré explicar todo, porque es un poco fuertecillo […] Eso sí, ambos nos lo pasábamos muuuuy bien [sic] y siempre eres tú quien lleva la iniciativa de todo lo que pasa […] El sueño empieza comiendo… Pero después de comer es cuando empieza la fiesta«. Este es uno de los fragmentos de la conversación revelados por el medio que -según explica la afectada- el mismo catedrático le detalló posteriormente en una reunión en su despacho.
La alumna acabó cortando de golpe la relación de amistad que había establecido a lo largo de los meses con Matas, que iba a ser su tutor para el Trabajo de Fin de Grado (TFG). Ante la insistencia del catedrático por habla con ella y pedirle explicaciones porque no respondía a sus múltiples mensajes, la afectada pidió ayuda a su entorno y entre los amigos y algunos profesores montaron una especie de vigilancia y escoltas para evitar que el hombre pudiera entrar en contacto con la joven.
Caso de acoso desestimado por la UB
La estudiante se decidió finalmente a denunciar el caso el mes de marzo del 2017 ante la Unidad de Igualdad de la UB, presentando los mensajes subidos de tono que el catedrático le había enviado y dejando constancia que Matas le había acariciado en varias ocasiones tanto las piernas como los brazos y las manos. Una comisión formada por tres hombres la entrevistó y estudió el caso para llegar a la conclusión que no se apreciaba en la situación «conductas de naturaleza sexual o con connotaciones sexuales» y que las «expresiones de añoranza» que manifestaba el catedrático «se dirigen en general a sus estudiantes».