La Iglesia siempre ha sido cosa de hombres. De hecho, la figura de la mujer en el clero siempre se ha visto desde una posición inferior a los hombres. A pesar de que los tiempos están cambiando y estos sesgos culturales ligados a la tradicionalidad cada vez son menos comunes, todavía hay muchas mujeres que tienen que luchar para ser tratadas igual que los hombres en los suyos lugares de culto. Es por eso que más de un centenar de personas se han concentrado este domingo a mediodía ante la Catedral de Barcelona por reclamar la igualdad entre mujeres y hombres en la Iglesia. Cómo es tradicional en los últimos años en los días previos al 8-M, el colectivo Alcem la Veu ha convocado las creyentes a volver a las calles para «hacer visible» que las mujeres quieren estar «a primera fila» de la institución.
«Estamos calificadas para ser miembros con las mismas oportunidades y funciones que los hombres», ha defendido Roser Soler, miembro de Alcem la Veu. Las concentradas, mayoritariamente mujeres, han celebrado que en los últimos años el movimiento «haya cogido más voladizo» y poco a poco se avance jefe a la igualdad. En este sentido, las manifestantes han afirmado que la lucha por sus derechos en la institución no se para y, por lo tanto, cada día se llega algo más cerca de la igualdad total.

Preparaciones por el 8M
en los alrededores del día de la Mujer, el 8 de marzo, siempre hay un aumento significativo de las asociaciones de mujeres que salen a la calle para reclamar sus derechos. Si bien es cierto que no siempre van en conjunto, una infinidad de mujeres se manifiesten para intentar igualar su situación a las de los hombres. Tanto en la Iglesia como en el mundo empresarial o incluso las instituciones públicas, las desigualdades son palpables, una situación que lleva las mujeres a salir a la calle para reclamar el de siempre: igualdad.



