El hospital de Sant Pau ha estrenado el marcapasos más pequeño del mundo. Los MicraTM VR2 y AV2, dos modelos modernos y con una longevidad de entre 16 y 17 años, llegan por primera vez a un centro sanitario europeo. Estos marcapasos permiten alargar su vida útil y hacen que ocho de cada diez pacientes no necesiten un cambio del aparato a lo largo de su vida, según indican desde el hospital barcelonés. El marcapasos es la forma más habitual de tratar problemas vinculados con la frecuencia cardíaca. Así lo indican los datos: cerca de 40.000 de todo el Estado personas cada año se ponen uno.
El director del Servicio de Cariologia del Hospital de Sant Pau, el Dr. Xavier Viñolas, afirma que esta incorporación es una «evolución que supone una revolución». El doctor considera que los nuevos modelos que ahora llegan a Europa eliminan «drásticamente» muchas complicaciones, hecho que, sumado a la larga duración –más de 15 años– hace que muchos pacientes «solo tendrán que llevar un único marcapasos a lo largo de su vida». «Este marcapasos detecta no solo la actividad del ventrículo, sino también de la aurícula, es decir, de las dos cavidades del corazón, con frecuencias de hasta 130 por minuto y una sincronización excelente», dice el doctor.

Sin cables y controlados desde la distancia
Los marcapasos son aparatos que envían impulsos eléctricos en el corazón para estimularlo y que vuelva a su ritmo habitual cuando es necesario. Entre otras novedades, los nuevos marcapasos permiten a los doctores controlar el paciente desde la distancia, sin necesidad de que este se desplace al hospital. Los nuevos aparatos no necesitan cables e incorporan mecanismos para hacer inspecciones a distancia.
Con estas incorporaciones, casi tres de cada diez marcapasos de Sant Pau son sin cables. «Hace unos años la idea era que los marcapasos sin cable sustituirían toda la gama de marcapasos convencionales, hecho que gracias a esta nueva generación de dispositivos está mucho más cerca», ha celebrado Viñolas.