Los socorristas y el Ayuntamiento de Barcelona han acercado posturas en las últimas horas y parece que el acuerdo para desconvocar la huelga indefinida está más cerca que nunca. Fuentes del sindicato CGT, impulsor de las protestas, han explicado a la Agencia Catalana de Noticias (ACN) que los trabajadores votarán en asamblea la nueva propuesta que el consistorio ha puesto sobre la mesa tras la reunión de mediación con FCC, la empresa concesionaria del servicio de salvamento, y el Departamento de Empresa y Trabajo. El encuentro se produjo ayer miércoles y duró más de ocho horas. La votación tendrá lugar por la tarde.
Mientras tanto, los representantes de la plantilla están trabajando contrarreloj para analizar el contenido del texto con sus abogados y buscar obtener las máximas garantías, ya que uno de los motivos para ir a la huelga son los incumplimientos de pactos anteriores. Con todo, si finalmente la asamblea rechaza la propuesta, el equipo negociador de la CGT asegura que mantiene la puerta abierta a nuevas reuniones para llegar a puntos de entendimiento. Asimismo, los socorristas han anunciado que detienen temporalmente las acciones de protesta que tenían previstas, como cerrar torres de salvamento o izar banderas rojas, dos medidas de presión que no han gustado nada en Sant Jaume.

Malestar en el Ayuntamiento por el cierre de torres
El teniente de alcaldía de Economía de la ciudad, Jordi Valls, ya recriminó a los vigilantes su actitud y les recordó que están obligados a cumplir con los servicios mínimos del 50% impuestos por Trabajo. También ha insistido en que durante la huelga la bandera que debe ondear en las playas de la ciudad es la amarilla, no la roja, y ha vuelto a pedir “extremar las precauciones” en el momento del baño. “Prestar servicios mínimos también supone dejar claro cuáles son las normativas de seguridad y estas establecen que la bandera que debe estar puesta es la amarilla”, ha afirmado Valls, que ha pedido “no jugar con estos temas”.
Desde el consistorio aseguran que han acudido a la mediación con voluntad «de llegar a un acuerdo» y que «siempre hay margen» de entendimiento si ambas partes lo desean. En una atención a los medios, Valls ha defendido a la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, que al inicio del conflicto recordó que el Ayuntamiento ha hecho un gran esfuerzo en el nuevo contrato firmado hace un año e incluía un aumento del 69% en el presupuesto, pasando de 1,7 a 2,5 millones. También ha insistido en que las conversaciones con los socorristas son “constantes”.