Desde que el Tramvia Blau dejó de funcionar en enero del 2018 para modernizar su infraestructura, casi siempre que se habla de ello es para denunciar el lento proceso de recuperación al cual está sometido. De hecho, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), la empresa que gestiona el servicio, reconoció a finales de septiembre al TOT Barcelona que, de momento, no había sobre la mesa un calendario cerrado.

El Tramvia Blau, pero, es mucho más que un cúmulo de retrasos y carencia de previsión. Es una parte importante del patrimonio de Barcelona que el pasado 29 de octubre cumplió 122 años de vida. Circuló por primera vez el 29 de octubre del 1901 para facilitar el acceso en la montaña del Tibidabo. El recorrido de la línea pasaba por la avenida del Tibidabo y conectaba las plazas de John F. Kennedy con la del Doctor Andreu. El telón de fondo eran mansiones modernistas típicas de esta parte de la zona alta.

El padre del Tramvia Blau fue el doctor Andreu, un farmacéutico de la burguesía catalana que tenía el objetivo de transformar esta zona en una avenida verde y, a la vez, impulsar la creación del parque de atracciones del Tibidabo, que abrió las puertas exactamente el mismo día que empezó a circular el Tramvia Blau: el 29 de octubre del 1901.

Sin fecha concreta

En cuanto al calendario del proyecto constructivo, el TOT supo el pasado septiembre a través fuentes de TMB que entonces se estaba redactando y que estará terminado “en los próximos meses”, subrayan fuentes de TMB. No llegaron a dar una fecha concreta, lo cual quiere decir que la previsión anunciada por la teniente de alcaldía y presidenta de TMB Laia Bonet el pasado febrero en comisión municipal, que situaba la finalización de la elaboración del proyecto el tercer trimestre de 2023, no se cumplirá.

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