Las familias que han sido afectadas por el cierre repentino de la guardería El Cau consideran presentar una demanda judicial contra la directora del centro, Raquel Cruz, según ha informado Ràdio Hostafrancs. La guardería, ubicada en la calle Vilardell, en el barrio de Hostafrancs, cerró la semana anterior de manera repentina.
Ahora, las familias han expresado sus quejas ya que consideran que el centro debería devolverles el dinero que pagaron por unos servicios que finalmente no se han prestado debido al cierre del centro. Por ello, las familias se plantean presentar una demanda civil para recuperar el dinero, o optar por la vía penal para demandar posibles delitos de estafa, apropiación indebida o administración desleal.
Alrededor de treinta familias se vieron afectadas, cuando al llevar a sus hijos a la guardería por la mañana no pudieron acceder porque el centro tenía la persiana bajada y no había rastro de dirección o de los educadores. Luego recibieron un correo electrónico de los responsables del equipamiento informándoles del cierre “imprevisto” del local, explicando que hasta el mismo lunes se estaba negociando con la propiedad para encontrar una solución ante un caso que apunta al impago del alquiler de las instalaciones.
Una semana después del cierre, las familias afectadas han tenido que buscar por su cuenta otra guardería para sus hijos con el curso ya empezado. Además, como esta primera fase de la educación no es obligatoria, el Consorcio de Educación no tiene competencias. En este sentido, las responsabilidades no recaen solo sobre la directora de la guardería, sino también sobre la nueva propietaria del local y el juez que ordenó el desalojo porque en este caso no tuvo en cuenta cuál era la actividad social y educativa del local.
El martes por la tarde los padres y madres de los niños pudieron entrar al local de la guardería para recoger los objetos de sus hijos que habían quedado en el edificio.
Otra guardería ha cerrado en Barcelona
Antes del cierre de la guardería El Cau, hubo otra guardería en Barcelona que también tuvo que cerrar. En este caso fue la guardería Les Manetes, del barrio de Sant Andreu. La escuela anunció que cerraba sus puertas el pasado 17 de febrero alegando motivos económicos: “El sector de las guarderías en Cataluña atraviesa actualmente una grave crisis que ha llevado a la inviabilidad del negocio, motivo por el cual durante el último año ha sido un goteo de noticias de cierre de diversas guarderías”, apuntaban.
Esta semana las familias afectadas organizaron una protesta para denunciar que se quedan sin guardería para el resto del curso y expresar su malestar con la decisión. A las reclamaciones de las familias también se suma el defensor del pueblo, el cual ha pedido al consorcio barcelonés -que es el órgano a quien se le notifican los cierres y las aperturas de guarderías de la capital catalana- que no autorice el cese de la actividad de este centro educativo sin que antes se escolaricen los niños y niñas afectados.
