El Arzobispado de Barcelona quiere desalojar un edificio del Gòtic de su propiedad en el cual ahora mismo viven unas quince personas. La primera orden judicial de desalojo es para el día 6 de mayo y afecta uno de los pisos del inmueble. En esta vivienda residen tres personas, entre las cuales hay un menor de 10 años, ha adelantado La Directa. Se trata de la iglesia del Sant Esperit, en la calle de Nou de Sant Francesc, 20, con dos plantas arriba con viviendas.
La orden de desalojo del próximo martes se ha dictado contra Raúl Gallegos, el ocupante del piso segundo A, pero afecta también a otro hombre que vive con él y al hijo menor de Gallegos, que está escolarizado en el mismo barrio Gòtic.
Durante tres años pagaron 700 euros de alquiler
Según explica a La Directa, la intención de Gallegos es regularizar su situación. Durante unos tres años, la mayoría de los residentes estuvieron pagando un alquiler de unos 700 euros a una asociación que tenía alquilado el edificio al Arzobispado, pero que también se dedicaba a alquilar pisos turísticos ilegales.
Resistim al Gòtic, la entidad de la cual forma parte Gallegos, apunta que el Arzobispado decidió rescindir el contrato con la asociación, lo cual dejó a los inquilinos del bloque en una situación irregular, añade el citado medio. El primer procedimiento judicial se abrió después de que un abogado de la iglesia podría haber dicho a los inquilinos que dejaran de pagar el alquiler.
Dicen estar en situación de vulnerabilidad
La mayoría de personas que viven en esta finca del Gòtic se encontrarían en situación de vulnerabilidad, asegura Martí Cusó, de Resistim al Gòtic. De hecho, Gallegos está en lista de espera para acceder a un piso de la mesa de emergencia social.
El TOT Barcelona ha intentado sin éxito obtener una valoración de el Arzobispado de Barcelona antes de la publicación de esta información. En respuesta a La Directa, fuentes del Arzobispado afirmaron que no constaba ningún caso de «vulnerabilidad reconocida» por el desalojo previsto para el 6 de mayo.
Resistim al Gòtic ha presentado un recurso contra el desalojo, alegando una situación de vulnerabilidad de los residentes.