El Ayuntamiento de Barcelona mediará entre la nueva propiedad de la Residencia Tàber (Gran Via de les Corts Catalanes, 625) y los ancianos que actualmente residen allí y que tendrán que abandonar la residencia a finales de mes porque la nueva propiedad quiere transformar la residencia en viviendas de lujo y alquileres de temporada. La concejala de Salud y personas con discapacidad del Ayuntamiento de Barcelona, Marta Villanueva, ha anunciado la postura del consistorio barcelonés, pero ha recordado que la responsabilidad del realojamiento es responsabilidad de la Generalitat de Catalunya, en respuesta a un ruego de Barcelona en Comú a la comisión de derechos sociales del consistorio.
Este ruego por parte de los Comunes insta al gobierno de Jaume Collboni a iniciar un proceso de mediación que garantice una solución digna y estable a los ancianos de la Residencia Tàber. Además, se pide al Ayuntamiento de Barcelona que elabore un informe sobre la situación en la que se encuentran las residencias de personas mayores en bloques de viviendas del Eixample y poder identificar cuáles podrían sufrir un proceso similar. La última cosa que se pide en el ruego es que se establezca un plan de seguimiento y mediación en coordinación con la Generalitat de Catalunya en el marco del Consorcio de Servicios Sociales de Barcelona y que se encarguen de garantizar el derecho a la vivienda en las personas residentes.
Los Comunes denuncian la especulación inmobiliaria en la ciudad
El caso de la Residencia Tàber ha hecho que los Comunes, en voz de la concejala de la formación, Carolina Recio, denuncien que este es “un caso más de especulación inmobiliaria en la ciudad: un fondo de inversión expulsa a los vecinos de sus casas”. La concejala ha señalado que hay “una cincuentena de residencias para personas mayores solo en el distrito del Eixample a las que se les acaba el alquiler en los próximos años, poniendo en riesgo el derecho a la vivienda de las personas que viven allí” y ha querido recordar que la gente que habita estas residencias son personas mayores y que entienden la residencia «como su hogar». Finalmente, Recio ha reivindicado el derecho a “envejecer dignamente”