El distrito de Sant Martí ha completado este lunes el desalojo de las dos naves que aún quedaban ocupadas en la antigua fábrica La Escocesa, en la calle de Pere IV, conocidas como ‘Paul’ y ‘Birkhead’. La Guardia Urbana ha desalojado a 14 personas que aún vivían allí, seis de las cuales se han puesto de forma voluntaria en manos de los servicios sociales. El distrito acordará una fecha del próximo mes de enero con los artistas que ocupaban uno de los espacios, agrupados en la asociación ‘Punto de Encuentro Para Artistas’, para terminar de retirar las obras que hay en el recinto. Técnicos contratados por el distrito trabajan ahora para tapiar las puertas y las ventanas.
De esta forma, el Ayuntamiento recupera la totalidad del edificio, propiedad municipal desde 2017, para incorporar “iniciativas en los ámbitos económicos, de vivienda y cultural”. Una idea amplia que aún no se ha concretado en proyectos específicos. Los artistas reclamaban la cesión de uso del espacio o, al menos, que se les dejara estar hasta que hubiera un proyecto claro y definido en el recinto fabril, pero el Ayuntamiento alega problemas de seguridad para culminar el desalojo. El distrito avisó a los artistas que debían desocupar el espacio mediante una carta a finales de octubre. En las últimas semanas, los mismos ocupantes han vaciado algunas estancias a regañadientes, inquietos por la orden de desalojo. La mayoría se ha buscado otro taller y asumen que el colectivo se dispersará por la ciudad.

Una sesentena de desalojados el pasado octubre
El operativo de esta mañana completa el desalojo de la parte ocupada de la nave. Otro dispositivo de la Guardia Urbana, con el apoyo de los Mossos d’Esquadra, del pasado 10 de octubre desalojó a las primeras 56 personas, que vivían en la parte delantera de la antigua fábrica. Los técnicos tapiaron las puertas y las ventanas para evitar nuevas ocupaciones, a pesar de que los mismos trabajadores alertaban, a este diario, que el techo está en ruinas y que los ladrillos no garantizan futuras ocupaciones. Desde el recinto también explican que hay seguridad contratada por el Ayuntamiento, pero que se limita a “redactar informes”.
El teniente de seguridad, Albert Batlle, respalda estos operativos en informes de los Bomberos de Barcelona que alertan del “peligro de ruina inminente”. El mismo argumento que utilizó el distrito para desalojar a una sesentena de personas hace cuatro años. Meses después del primer desalojo, en el año 2021, diferentes colectivos migrantes y trabajadores de la chatarra se instalaron de nuevo durante meses, en las mismas condiciones, hasta que el distrito ha vuelto a activar la desocupación. Los edificios del conjunto de La Escocesa, calificados en el Plan de Protección del Patrimonio con el nivel B, llevan años abandonados y solo se han reparado con actuaciones pequeñas de los mismos ocupantes.

