Las lluvias y granizadas del pasado viernes han dejado varias secuelas en Barcelona, especialmente en los barrios más cercanos al Besòs. Entre ellas, una posible reducción sustancial de la calidad del agua de las playas del norte de la ciudad. Según ha alertado la Agencia Catalana del Agua en su informe diario de la calidad de las aguas de baño, la tormenta habría provocado una «alteración temporal de la calidad microbiológica del agua», lo que supone una amenaza para la salud de los bañistas. A pesar de ello, muchos han decidido aprovechar que las nubes se han disipado para disfrutar del mar.
Según la Agencia, después de las lluvias intensas que se registraron en el Barcelonès la tarde del viernes, «no se puede garantizar que las aguas sean aptas para el baño». Especialmente aconsejan evitar cualquier zona de baño próxima a «salidas de aguas dulces», como ríos o arroyos, así como pluviales y aliviaderos. Muchas de las playas afectadas, que van desde el Baix Llobregat hasta el Maresme, ya ondean la bandera amarilla precisamente por esta cuestionable calidad del agua.
De Barcelona en adelante
Según la herramienta digital Platges Cat, que pone a disposición los datos de la ACA a los ciudadanos, la mayoría de playas del país muestran «buenas condiciones para el baño». La alerta comienza, de hecho, en Barcelona: la primera playa en la que se pide precaución por estas alteraciones microbiológicas es la de Sant Sebastià, junto con todas las de la Barceloneta. Los avisos de la ACA, sin embargo, superan con creces el perímetro de la capital hacia el norte. El aviso también afecta a todas las playas del Maresme, hasta Sant Pol de Mar. La comarca, cabe recordar, también concentró episodios de alta concentración de precipitaciones, tal como ocurrió en la ciudad. Habrá que esperar, pues, a que las autoridades confirmen que la calidad del agua de baño ha vuelto a la normalidad.
