El expolio franquista está más cerca de pasar a la historia. Los descendientes de casi 400 familias que tuvieron que entregar entre el 1938 y el 1941 sus ahorros a las autoridades fascistas porque habían sido emitidos durante la República podrían recuperar a principios del 2025 estas pequeñas fortunas confiscadas hace más de ocho décadas. La demanda conjunta presentada de la mano de Vosseler Abogados en mayo del 2023, justo después de la aprobación de la Ley Española de Memoria Democrática, que les reconoce por fin como víctimas de estos embargos, va camino de fructificar en las primeras devoluciones.
Este proceso solo está pendiente de las auditorías científicas, que deben determinar qué valor tenían entonces las pesetas y cuánto corresponde a cada familia con el cambio a euros. Una vez completadas, el retorno de estas pequeñas fortunas será prácticamente automático. Ahora bien, estos más de 300 títulos guardados durante décadas -en muchos casos hay más de un beneficiario por un mismo comprobante– solo son una parte del total de dinero confiscado. Muchas de las familias expoliadas ya no conservan este documento, un papel donde se puede leer la frase Fondo de Papel Moneda Puesto en Circulación por el Enemigo que les entregó el Banco de España tras entregar el dinero. Algunos acabaron destruidos, otros perdidos entre mudanzas o bien utilizados como pagaré o para saldar deudas.
Buscar la aguja en el pajar del Banco de España
Tener el comprobante es un requisito indispensable para poder acceder a este resarcimiento. La Ley solo permite reclamar a los descendientes directos de los expoliados hasta un cuarto grado de consanguinidad, lo que excluye los comprobantes utilizados como moneda de cambio o heredados por personas ajenas a la familia. Sin embargo, no todo está perdido para las familias expoliadas que sepan que en algún momento tuvieron entre sus manos un título como este. Hay una última vía que permite a los afectados conseguir un comprobante que certifique la confiscación que sufrieron sus antepasados.
«Si saben que fueron expoliados y que tenían un título como este, deberían encontrar la copia guardada en el Banco de España y solicitar un duplicado compulsado», apunta Leire López, una de las abogadas de Vosseler Abogados que está llevando las reclamaciones de estas cerca de 400 familias. Esta es la única alternativa que tienen los descendientes para poder obtener la acreditación que les permita optar a reclamar el dinero confiscado. El proceso, sin embargo, no sería sencillo. Habría que revisar uno a uno cada uno de los expedientes conservados en la entidad bancaria hasta encontrar el correspondiente. Una tarea compleja teniendo en cuenta que se cuentan por miles.

De hecho, un informe del mismo Banco de España que data de marzo de 1938 ya situaba el embargo en un total de 35 millones de pesetas. Esta cifra, sin embargo, podría ser aún más alta. En un reportaje de El País publicado hace cuatro años, el profesor de Historia Económica de la Universidad de Alicante, Carlos Barciela, aseguraba que el franquismo podría haber confiscado hasta 25.536 millones de pesetas, que se pusieron fuera de circulación. Así pues, las familias expoliadas con un recibo perdido aún tienen un rayo de esperanza para poder recuperar estos ahorros, una tarea que no será fácil, pero que sin duda vale la pena.