El río divide Sant Adrià de Besòs en dos. A un lado, el núcleo histórico del municipio vecino; al otro, los barrios de la Catalana y de la Mina, que limitan con el término municipal de Barcelona. Este último núcleo de población siempre ha vivido de alguna manera de espaldas a su costa. Los grandes bloques de pisos que se erigieron a principios de los setenta para acoger a los habitantes de los diferentes barrios de barracas -como el Camp de la Bota, el Somorrostro, Pekín, la Perona, Can Tunis o Montjuïc– que hasta entonces se repartían por diversos puntos de la capital catalana permitieron erradicar el grueso de estos infraviviendas, dando a muchas familias la oportunidad de una vida más digna.

Se calcula que en el año 1975, ya vivían en la Mina más de 15.000 personas en un total de 2.721 viviendas sociales. El rápido crecimiento de este núcleo de población hizo que los equipamientos y servicios planteados en un inicio rápidamente quedaran sobrepasados. Todo ello, sumado al abandono al que condenó la administración esta zona, terminó conformando una especie de suburbio aislado en la periferia barcelonesa. Las iniciativas ciudadanas y las ganas de salir a la calle a reclamar unas mejores condiciones de vida fueron un rayo de esperanza que mantuvo en pie este barrio. En esta conciencia social y de clase jugaron un papel clave educadores como Josep Maria Monferrer, que fue profesor de primaria y director de la escuela Tirso de Molina, o proyectos como el taller fotografía que se impulsó desde la Escuela Jara entre los años 1985 y 1990.

Esta última iniciativa -dirigida por los profesores José María Escalona y Ana Quintín- tenía varios objetivos pedagógicos, entre los cuales el estudio de la imagen como medio de expresión, el fomento del espíritu crítico y la creación de un contenido estrechamente vinculado a este territorio y a sus habitantes. Gracias a un pequeño laboratorio fotográfico, los alumnos d’EGB podían participar en todo el proceso desde la elección de temas, la captura de imágenes, la positivación y la elaboración de un pequeño texto para acompañar las fotografías. Esta última parte más descriptiva permitía a los estudiantes aportar su visión más personal no solo de la fotografía en sí misma, sino también del sujeto y el entorno retratados. El resultado fue un fondo de más de novecientas imágenes que retratan desde una mirada crítica el pasado industrial de la zona, las luchas sociales y la vida cotidiana en Sant Adrià.

Exposición del material realizado por los alumnos de la Escuela Jara del barrio de la mina de Sant Adrià a finales del siglo XX / Ivan Erofeev (Manifesta15)
Exposición del material realizado por los alumnos de la Escuela Jara del barrio de la mina de Sant Adrià a finales del siglo XX / Ivan Erofeev (Manifesta15)

La suciedad y el infravivienda

Una parte de estas fotografías han sido expuestas en los últimos dos meses en el marco de la bienal Manifesta15, dentro de una de las muestras que hasta este domingo se pueden visitar en el interior de la antigua nave de turbinas de las Tres Xemeneies. De entre las múltiples imágenes, destaca una que habla precisamente del tramo de costa más cercano a la Mina. La instantánea llena de basura y escombros con una fábrica al fondo coronada por una chimenea. «En esta foto vemos la playa. Podrían limpiarla, aunque sea de la Mina debe mantenerse limpia. Al fondo vemos gente viviendo de mala manera, a ver si les dan uno de los pisos que harán porque esta gente los necesita», dice el texto que complementa la imagen.

Una de las fotografías hechas por los alumnos de la Escuela Jara del barrio de la mina de Sant Adrià en los ochenta / A.R.
Una de las fotografías hechas por los alumnos de la Escuela Jara del barrio de la mina de Sant Adrià en los ochenta / A.R.

La percepción de este alumno coincide perfectamente con el discurso aún hoy repetido como un mantra por parte de los vecinos de la Mina -«no queremos ser el patio trasero de Barcelona»- y demuestra en estas casi tres décadas desde la captura de la imagen no ha habido tantos cambios como los habitantes de este barrio querían.

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa