La Sindicatura de Greuges de Barcelona recuerda al Institut Municipal d’Educació que «tiene la obligación de garantizar un confort térmico adecuado en las guarderías» y avisa de la urgencia de reparar los sistemas de climatización «antes del inicio del próximo curso». Lo dice en un informe referente a las quejas de las familias de la escuela Alchemika del Clot-Camp de l’Arpa. «El centro ha tenido que afrontar la ola de calor de este inicio de verano con sistemas de climatización averiados o insuficientes. Esta situación ha provocado que, en varias estancias, se superaran los límites de temperatura máxima establecidos por la normativa vigente», apunta el síndic David Bondia en un informe en el que también avisa que la sindicatura ha recibido quejas de otras guarderías municipales con problemas similares «durante este curso y en períodos anteriores».
De hecho, no es la primera vez que el síndic avisa al Ayuntamiento del peligro que supone tener los sistemas de climatización a medio gas en las escuelas. En el informe anual de 2023 ya mencionaba la problemática. “En un contexto de crisis climática y aumento constante de las temperaturas, es indispensable que, más allá de medidas provisionales y transitorias, se desplieguen con efectividad los programas y herramientas de que se dispone para mejorar la eficiencia energética de los centros educativos y sus condiciones térmicas”, apuntó entonces el síndic. A pesar del aviso, algunas familias advierten que los sistemas de climatización «llevan meses» estropeados.

En el mes de junio, las temperaturas han llegado a estar por encima de los 30 grados en decenas de escuelas. En algunas han alcanzado los 33 grados. Según ha informado el concejal de Educación, Lluís Rabell, hay una treintena de escuelas que han sufrido algún tipo de desperfecto en el aire acondicionado y una quincena necesita una renovación integral del sistema de climatización. Según el Ayuntamiento, estas obras están a punto de licitarse y se realizarán entre los meses de julio y agosto. Mientras tanto, la solución son 104 aparatos portátiles de climatización tipo “pingüino” que se han repartido en las treinta escuelas. Las familias con las que ha hablado este diario, de EMB Alchemika, EMB Marina y EMB Petit Univers, aseguran que los pingüinos «alivian» la sensación de calor, pero no solucionan el problema. Argumentan que no hay suficientes para todas las estancias -también teniendo en cuenta los espacios comunes- y advierten que es necesario tener al menos una ventana abierta para expulsar el aire caliente, lo que frena la eficacia de los aparatos portátiles. Barcelona tiene 105 guarderías, todas ellas con un sistema de climatización instalado.
Lejos de cumplir las recomendaciones y la normativa catalana
Teniendo en cuenta estas realidades, el síndic recuerda, en su informe, que la temperatura que se debe garantizar en las instalaciones habitables acondicionadas es de entre 19 °C y 27 °C, con una humedad relativa comprendida entre el 30% y el 70%. El texto también cita el Real decreto 486/1997, de 14 de abril, aprobado por el Parlamento de Cataluña que establece que la temperatura de los locales donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas o similares «estará comprendida entre 17 °C y 27 °C y la temperatura de los locales donde se desarrollen trabajos ligeros será de entre 14 °C y 25 °C».
El síndic también recuerda, tal como lo han hecho reiteradamente las familias, que el incremento global de las temperaturas, agravado por el cambio climático, tiene un impacto directo sobre la salud y el bienestar de la población, «especialmente de los colectivos más vulnerables, como los niños de 0 a 3 años«. En un reportaje del Tot Barcelona, algunas familias advertían la semana pasada que los niños descansan mal después de comer, cuando suelen hacer la siesta, y lamentaban que el Ayuntamiento no esté haciendo una revisión constante de las medidas provisionales que ha adoptado para corregir el calor que hace en las aulas.