La prisión de mujeres de Barcelona, también conocida como prisión de Wad-Ras, se ha visto afectada por una plaga de chinches en los últimos meses que ha obligado al centro penitenciario a activar un tratamiento químico en un total de diez celdas, según han informado desde la Consejería de Justicia de la Generalitat y ha recogido la agencia EuropaPress.
Durante el mes de abril, en la prisión de Wad-Ras ya se detectaron chinches en una habitación del centro penitenciario, concretamente en la sección abierta del centro. En ese momento se estableció el protocolo para casos de infestación con un primer tratamiento químico; sin embargo, este no resultó ser efectivo.
En junio, la empresa de desinfección encargada de la limpieza durante la primera limpieza inició un nuevo tratamiento que requería que las habitaciones estuvieran completamente cerradas.
Desde la empresa de pagos se inspeccionaron 20 habitaciones, de las cuales finalmente solo 10 han requerido el tratamiento.
Críticas del sindicato por la situación «insostenible»
Aunque el procedimiento de desinfección ha sido autorizado por el servicio de riesgos laborales del Departamento de Justicia, desde el sindicato Sicap-Fepol, los trabajadores del centro penitenciario de Wad-Ras han criticado en un comunicado que la situación es “insostenible y absolutamente intolerable” en la prisión de mujeres de Barcelona. Concretamente, el área afectada es la sección abierta de la prisión, donde conviven 263 personas en total.
Desde el Departamento de Justicia aseguran que la situación “ha mejorado notablemente”, pero desde el sindicato manifiestan que “se ha descontrolado una grave infestación de chinches”, lo que ha creado “una crisis sanitaria de primer orden” desde hace más de un mes.
