A los pies de la Sierra de Collserola, se alza hoy en día uno de los centros médicos de referencia del Estado y de Europa. El Hospital Universitari de la Vall d’Hebron es el más grande de Barcelona y tiene una larga trayectoria a sus espaldas vinculada a la sanidad que se remonta antes incluso de su inauguración oficial en pleno franquismo, concretamente, el 5 de octubre de 1955. Las instalaciones sanitarias están actualmente rodeadas de otros equipamientos del sector y de varios bloques de pisos anclados a la montaña y que conforman un barrio en sí mismos. Este escenario, sin embargo, no siempre ha sido así. Durante décadas, el hospital estuvo flanqueado por campos de cultivo a un lado y por bosques verdes al otro que desaparecieron con la edificación de estos nuevos inmuebles.
Para situar los inicios de la Vall d’Hebron, debemos ir a la época de la mancomunidad de Cataluña de Enric Prat de la Riba (1914-1925). Entonces ya se preveía que los terrenos agrarios donde ahora se alza el equipamiento se destinasen a usos hospitalarios. Esta iniciativa la secundaron las autoridades durante la Segunda República e incluso se llegó a presentar un primer proyecto para construir en esta parte de la falda de Collserola un hospital para tuberculosos. El estallido de la Guerra Civil dejó el proyecto en punto muerto hasta bien entrada la posguerra, cuando en 1947 se retoma la planificación y se comienza a construir un centro médico que acabaría adoptando el nombre de Residencia Sanitaria Francisco Franco.

De aquella época se conservan algunas fotografías aéreas en blanco y negro que muestran el edificio imponente de trece plantas levantándose entre campos de cultivo y dominando un panorama donde todavía ni siquiera se había creado el actual barrio de Montbau. Para hacernos una idea de cómo sería el paisaje en color, podemos valernos de la imagen compartida por el usuario Catalunya Color, un perfil que se dedica a poner color a fotografías antiguas en blanco y negro de todo el territorio catalán. La instantánea en cuestión data de 1957 y pertenece al fondo fotográfico TAF Helicòpters, que consta de más de 64.000 imágenes consultables en línea que la compañía Trabajos Aéreos y Fotogramétricos, S.A. (TAF) realizó desde el aire en varias expediciones que se llevaron a cabo entre las décadas de 1950 y 1980.
L’ Hospital de la Vall d’Hebron l’any 1957, abans de la construcció de Montbau.
— Catalunya Color (@CatalunyaColor) April 25, 2025
📸TAF Helicòpters pic.twitter.com/M5bNBarC0b
Solucionar un defecto de base para crecer
Es importante recordar que durante esta primera vida del hospital, la Vall d’Hebron funcionaba como un centro abierto, no tenía una plantilla médica fija y se dedicaba, sobre todo, a la atención de pacientes quirúrgicos. A pesar de disponer de muchos de los últimos avances médicos de entonces, el nuevo hospital nació con un defecto de base: una organización excesivamente centralizada y burocrática que lo hacía funcionar mucho por debajo de su rendimiento óptimo y eso entorpecía su popularización entre la ciudadanía. No sería hasta 1960 que comenzaría a incorporar los primeros internistas, lo que supuso un punto de inflexión para el centro, ya que a partir de entonces progresivamente iría creando nuevas áreas de diagnóstico y tratamiento para finalmente convertirse en el parque sanitario actual.