El bloque de la calle de Tarragona, 84 echará a los vecinos que se los acaba el contrato para habilitar nuevos pisos turísticos. Tal como ha avanzado
ERC y Junts, muy críticos
La oposición culpa al Ayuntamiento de esta situación. Ernest Maragall ha asegurado que «alguien no ha hecho bien su trabajo y ahora los ‘lobos’ se aprovechan» y se ha preguntado «si esto puede volver a pasar a nuevos edificios». Por otro lado, ha tildado la situación de «lamentable e incomprensible» y ha dejado claro que «hace daño al vecindario que quedará en el edificio, primero, pero también a todos los que volamos una Barcelona que no pierda la esencia», ha piado el republicano.
Junts por Catalunya ha sido más explícito y ha fijado el peso de su crítica en la alcaldesa Ada Colau. Por el regidor Jordi Martí, «el discurso de Ada Colau y sus socios no se aguanta». «Hay claramente un divorcio entre el discurso triunfalista de protección de la gente para evitar la gentrificación, y los resultados reales, y de la gentrificación que sí que se está produciendo en estos momentos», ha lamentado. Sobre el PEUAT ha manifestado que es una norma «mal hecha» que ha permitido «que haya operadores que se aprovechen».
Sanz pide dar un paso en la Generalitat
Por otro lado, la teniente de alcaldía de Urbanismo, Janet Sanz, ha pedido a la Generalitat «que haga todos los cambios legislativos necesarios» para que el consistorio pueda revocar 120 licencias turísticas de un bloque de la calle Tarragona. Sanz ha asegurado que los servicios jurídicos del Ayuntamiento están analizando «todas las rendijas» por saber si se está cumpliendo con la legalidad.