El Zoo de Barcelona inició una nueva etapa histórica en el verano de 2022 con la demolición del Aquarama, la piscina que albergó a la famosa orca Ulisses durante una década. En ese espacio se ubicará una reserva de animales, prevista inicialmente para el verano pasado, pero que aún no está lista. Fuentes de Barcelona Serveis Municipals (BSM) sitúan ahora la construcción para el primer trimestre de 2026. El equipamiento, que ocupará 3.000 metros cuadrados, será bastante más caro de los 800.000 euros que se dijo. La comisión de gobierno de Barcelona ha aprobado el proyecto ejecutivo por un valor de 2,4 millones de euros, el triple de lo previsto.

Fuentes de BSM apuntan al TOT Barcelona que la primera cifra, de 800.000 euros, era «estimada» y defienden que «era necesario tener en cuenta factores de seguridad, tanto física como tecnológica, necesidades operativas y de bienestar, las mismas cimentaciones por las limitaciones del terreno… para poder concretar el proyecto ejecutivo y su presupuesto asociado». Las obras comenzarán una vez se haya completado la demolición del Aquarama, que se han realizado con cuidado para no perturbar el día a día de los animales y se han extendido. La demolición ha costado unos 365.000 euros.

Render de la futura reserva animal al Zoo BSM
El render de la futura reserva animal en el Zoo BSM

La reserva tendrá tres dormitorios climatizados y cinco patios, que el público podrá ver, que acogerán a los animales mientras se reforman sus espacios habituales. Fuentes de BSM cercanas al Zoo manifiestan la necesidad de crear una instalación que «garantice el bienestar animal, de manera provisional, cuando sea necesario realizar mejoras o tareas de mantenimiento importantes en las instalaciones». «Esto ha hecho que se hayan estudiado diferentes tipologías constructivas y soluciones distintas de acondicionamiento para garantizar que se puedan acoger especies animales con determinados requisitos, desde animales ectotermos, aves y mamíferos», apuntan en la empresa pública.

Visitants observen una lleona i la lleona els observa a ells, al Zoo de Barcelona.
Visitantes observan a una leona y la leona los observa a ellos, en el Zoo de Barcelona | Jordi Play

Cambio de mentalidad

La despedida del Aquarama y la llegada de una nueva reserva de animales supone un cambio de mentalidad, insuficiente aún para las entidades animalistas, críticas con el concepto del Zoo. En cualquier caso, el equipamiento de Barcelona ya no tiene delfines. «Hace 50 años era lo mejor, pero ahora no nos pasaría por la cabeza que aquí hubiera una orca como Ulisses o los delfines», apuntaba en el año 2022, coincidiendo con el anuncio de la reserva, el director del zoo, Sito Alarcón.

El Zoo también incorpora en la nueva construcción criterios ambientales necesarios. BSM cree que nos encaminamos, con la reserva, hacia una instalación «moderna» y destaca que se «han tenido en cuenta aspectos de eficiencia ambiental y la sostenibilidad de esta nueva instalación».

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