La Red Vecinal Contra el Ruido (Xavecs) de Barcelona ha reclamado a las administraciones que pongan freno al uso de los patios escolares para actividades fuera del horario lectivo para evitar la contaminación acústica y los “abusos” que perjudican el descanso de los vecinos. La plataforma, que agrupa entidades como la Asociación SOS Enric Granados, la Asociación Catalana Contra la Contaminación Acústica (ACCCA), SOS Triángulo Golfo o la Asociación Stop Concerts, ha iniciado una cruzada contra el ruido en la capital catalana. El año pasado, cuando se presentaron en sociedad, ya exigieron al Ayuntamiento que cierre los supermercados 24 horas y limite los horarios de las terrazas y obligue a cerrarlas a las 22.00. Ahora su objetivo es reducir el ruido en los patios escolares.

La petición para limitar el uso de los patios escolares llega una semana después de que ERC, Junts, Comuns, CUP y PPC registraran en el Parlamento una proposición de ley para modificar la normativa acústica y blindar los patios de las restricciones contra el ruido. La cámara catalana quiere tramitar la proposición por la vía exprés para aprobar la reforma en el pleno de marzo. En concreto, los partidos quieren modificar la ley 16/2002 de protección contra la contaminación acústica para que las actividades que se realizan en los patios de las escuelas entre las 07:00 y las 21:00 no estén sujetas a los límites de ruido, ya que se considera que son “emisiones acústicas propias del normal desarrollo de la vida de estos espacios”.

Los vecinos reclaman una ley clara y restrictiva

Ante esta situación, la Red Vecinal Contra el Ruido advierte que modificar la ley deja en “situación de vulnerabilidad” a los vecinos porque permite “abusos constantes” derivados del uso de los patios “sin tener en cuenta el impacto acústico” para las personas que viven cerca. Por eso quieren que los patios sean “protegidos como espacios educativos y recreativos estrictamente dentro del horario escolar” y a cambio, se pongan límites claros a las actividades fuera del horario lectivo, en especial “en fin de semana o festivos”. La plataforma alerta que la propuesta de reforma legislativa no contempla ningún tipo de regulación para las actividades que se hacen en los patios, ni se proponen medidas para mitigar su impacto acústico ni se detalla cuáles serán los emisores acústicos permitidos.

Un padre juega con su hija en el patio de una escuela / Goroka
Un padre juega con su hija en el patio de una escuela / Goroka

“Tal como está redactada la propuesta, es tan permisiva que se podrían organizar partidos de fútbol o fiestas los domingos a las 7 de la mañana”, denuncian. En la misma línea, reclaman al Parlamento que el texto impida de manera “explícita” el ruido “gratuito y no necesario” y, sobre todo, que “defina claramente las actividades permitidas” para dar una referencia clara a los vecinos que se sientan perjudicados por el impacto acústico de las actividades y puedan tramitar la queja correspondiente. Según denuncia la plataforma, en los últimos años “el uso incontrolado” de los patios escolares ha permitido que se realicen actividades “hasta altas horas de la noche y durante los fines de semana”, lo que los convierte en “focos de ruido constante” que afectan “gravemente” la calidad de vida del vecindario cercano.

El precinto de dos pistas genera una gran controversia

La reivindicación de este grupo de vecinos, al igual que la reforma legislativa, llegan en medio de un debate encendido sobre el uso de los patios y las pistas deportivas fuera del horario escolar. En el verano pasado, el Ayuntamiento de Barcelona precintó dos pistas deportivas en un edificio del Eixample que generaban molestias a los vecinos. El consistorio decidió precintar las pistas después de recibir numerosas quejas y comprobar que las medidas correctoras aplicadas por Esportiu Rocafort no habían sido suficientes para reducir el ruido. El distrito del Eixample intentó impulsar una mediación con los vecinos, pero ante la falta de soluciones efectivas para mitigar el impacto acústico se precintó la actividad, aunque fuentes municipales matizaron que la decisión no tenía afectaciones sobre el patio de la escuela.

A principios de año unas 200 personas se concentraron frente a la Escuela de Salesianos Rocafort, el centro afectado por el precinto de las pistas, para reclamar un cambio normativo que indulte los patios de la escuela y los espacios exteriores. Siete centros de la zona denunciaron que las restricciones al uso de los patios también afecta la celebración de fiestas escolares, de actividades extraescolares y de clases de educación física.

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