La muerte de una trabajadora de los servicios de limpieza del Ayuntamiento de Barcelona por un golpe de calor está marcando la agenda política y social de la capital de Cataluña. El consistorio barcelonés ha dado giros de timón ante la situación, rodeada de críticas por la precariedad de estos trabajadores. Ahora, el Sindicato CGT (Confederación General del Trabajo) ha denunciado que hay tres trabajadores más de los servicios de limpieza de Barcelona que han sufrido golpes de calor y han tenido que ser atendidos por este hecho este miércoles y este jueves, y que se unen a los dos trabajadores que también necesitaron asistencia por las altas temperaturas. Según ha indicado la CGT en declaraciones hechas a la ACN, estos trabajadores son personal del contrato de FCC -empresa a la que pertenecía la trabajadora fallecida el pasado sábado-.
El sindicato denuncia que una de las trabajadoras afectadas por este golpe de calor tuvo que ir a un centro médico cuando terminó la jornada laboral -barriendo a pie- en el distrito de Ciutat Vella. El mismo miércoles durante el turno de tarde otra trabajadora también necesitó asistencia médica porque se encontraba mareada y experimentaba síntomas compatibles con un golpe de calor, y un conductor de un vehículo de agua también necesitó asistencia a primera hora de la mañana.
Sin una mejora desde la muerte de la trabajadora
Uno de los otros aspectos que denuncia la CGT es que no ha habido cambios sustanciales desde que el pasado sábado falleciera una trabajadora tras sufrir un golpe de calor y sus jefes no atendieran sus necesidades. La Confederación General del Trabajo asegura que se está «igual o peor que el sábado» y lamentan y critican que la empresa (FCC) no ha trasladado ni a la plantilla ni a la representación sindical las medidas del nuevo protocolo ante las temperaturas extremas y denuncian que la plantilla de trabajadores se encuentra «desprotegida» ante los protocolos actuales y unas medidas «insuficientes» para garantizar la salud y la seguridad.

Además, desde el sindicato señalan que el número real de trabajadores afectados por el calor podría ser mayor y han denunciado que muchos trabajadores, ante estas temperaturas y las condiciones laborales «se lo piensan dos veces antes de descansar por miedo a las represalias».