La acampada pro Palestina instalada cerca de la plaza de la Carbones, en Drassanes, ha crecido en las últimas horas hasta los 300 habitantes, según los organizadores de la protesta, que han dormido por segunda noche en el muelle 18A que lleva hasta el World Trade Center. Turistas, trabajadores y vecinos miran sorprendidos el despliegue de tiendas, que ya llega a las 80, y poco a poco van ocupando todo el paseo. Los integrantes de la acampada calculan que de cara a esta noche esperan doblar el número de participantes, unos 600, después de la manifestación multitudinaria convocada para este mediodía y que previsiblemente terminará en la Carbonera, que se ha convertido en el epicentro de las protestas contra Israel.
Los más madrugadores se han puesto en marcha hacia las 8.00. El humo de las primeras cafeteras poniéndose bajo los fogones de camping gas se puede ver cómo aparece entre las tiendas. Algunos aprovechan para lavarse los dientes cerca de la fuente de agua pública bajo la atenta mirada de los turistas, que ya comienzan a reunirse, maleta de ruedas en mano, para salir del puerto y tomar algunos de los autobuses que los repartirán por la ciudad. “Antes de ayer éramos unas 100 personas y hoy somos 300, con unas 80 tiendas”, explica a la Agencia Catalana de Noticias Judit Piñol, portavoz del grupo de apoyo al Global Movement to Gaza, que confía en continuar sumando más gente a la acampada indefinida. “Esta próxima noche superaremos esta cifra fácilmente, y me atrevo a decir que la doblaremos”, augura.
Piñol explica que han recibido donaciones de material de acampada para acoger a la gente que se va sumando y que se han organizado para abastecerse de comida. A medida que el campamento se va despertando, los organizadores pasan tienda por tienda para recordar que es importante que siempre haya gente en el campamento para vigilar el espacio y evitar que haya robos o alguna intervención policial sorpresa. «Todo el mundo quiere ir a la manifestación, pero aquí mínimo deben quedar 15 personas, los que vayan representarán a todos los demás”, avisa la joven con un megáfono en la mano. Los acampados están muy contentos porque ven que su protesta también genera una respuesta en la sociedad barcelonesa y catalana, que este sábado volverá a salir a protestar contra Israel. «Son momentos muy intensos para la militancia, porque vemos que hay una respuesta masiva, súper positiva por parte de la gente».
