Un juzgado de Barcelona ha juzgado este lunes a un joven por presuntamente haber boicoteado una manifestación monárquica durante una visita de Felipe VI que tuvo lugar el octubre del 2020 en Barcelona. Por su parte, la fiscalía pide dos años y medio de prisión por impedir el derecho a manifestarse con agravante de superioridad y discriminación ideológica. El joven, pero, niega los hechos y varios agentes de los Mossos d’Esquadra lo han señalado como uno de los manifestantes independentistas que increparon a otros manifestantes promonárquicos, a los cuales dieron empujones y golpes e insultaron. Esto no es todo. Cuando los antidisturbios de los Mossos evacuaron al grupo promonárquico, algunos de estos manifestantes los habrían seguido. El acusado, por su parte, también habría pintado en un coche de la Guardia Urbana el mensaje ‘puta poli’.
Los hechos se produjeron durante una visita de Felipe VI y el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, que presidieron la entrega de premios BNEW. Fue allí donde se concentraron centenares de manifestantes independentistas y antimonárquicos. También había un fuerte dispositivo policial. En las antípodas, se encontraba la asociación Concordia Real Española, que hizo un llamamiento a movilizarse a favor del rey.
Una unionista detenida
Los Mossos detuvieron el pasado domingo a una mujer de 67 años acusada de desórdenes públicos y atentado contra la autoridad en la manifestación de Sociedad Civil Catalana (SCC) contra la amnistía que se celebró en el paseo de Gràcia. La mujer, que llevaba una pancarta antimonárquica en la cual acusaba Felipe VI de ser cómplice del separatismo, fue increpada por otros manifestantes, a los cuales acabó rociando con un espray de gas pimienta, según informaron fuentes de la policía catalana en Europa Press. En el momento de su detención, la mujer intentaba llegar a la cabecera de la manifestación con una pancarta donde se leía: “Felipe VI, cómplice del golpe de estado a las urnas, a la democracia y a la voluntad de los españoles”.
