La crisis de la vivienda no para de crecer en Barcelona. El precio medio bate récords un detrás el otro –actualmente está en 1.193,41 euros de media– y la edad de emancipación crece. La vivienda ya es la segunda preocupación más extendida entre los ciudadanos, por delante el turismo y solo por detrás de la inseguridad. Hay datos para el optimismo, como por ejemplo que la tasa de paro es la más baja desde 2007 y que el paro juvenil (en torno al 21%) es 3,5 puntos más bajo que hace un año. Pero los jóvenes en edad de emancipación ven el futuro gris. Cogiéndonos a las respuestas del último barómetro, el optimismo baja considerablemente entre los jóvenes de entre 25 y 34 años, si comparamos los resultados con el resto de la población. De hecho, esta es la única franja de edad que cree que Barcelona seguirá igual o empeorará en un futuro.
Es cierto que, en líneas generales, hay más barceloneses optimistas que pesimistas: un 48,2% cree que la situación será mejor en el futuro por un 41,1% que cree que empeorará o seguirá igual. Pero este panorama no se traspasa exactamente igual en todas las franjas de edad. El 53,9% de los jóvenes de entre 25 y 34 años cree que Barcelona no irá a mejor en un futuro –un 3,2% cree que seguirá igual y 50,7% que irá a peor–, hay un 4% que no sabe qué pasará y un 41,6% que se lo mira con optimismo. La cifra es especialmente relevante si tenemos en cuenta que el número de pesimistas no llega al 50% en ninguna otra franja de edad. Y el segmento poblacional que más se acerca a estos niveles de negatividad es el que va de los 18 a 24 años; un 43,2% cree que la ciudad se mantendrá igual o irá a peor. Con la excepción de la franja de los 30, a medida que más grande es la gente, más bajo es el porcentaje de personas que ven negro el futuro de Barcelona.

La encuesta municipal también pregunta cómo se ve Cataluña y el resto del Estado, donde el pesimismo cae, pero tampoco mucho. Siguiendo en la franja de entre 25 y 34 años, el 38,1% cree que Cataluña seguirá igual o irá a peor, y un 48,1% cree lo mismo de España. Teniendo en cuenta que hay un porcentaje menor que no se moja, en ninguno de los dos casos la cifra que cree que la cosa irá a mejor supera el 50%.
Los principales problemas de los jóvenes
La inseguridad continúa siendo el principal problema destacado. El 28,2% de los jóvenes entre 18 y 24 años, y el 31,1% de la franja superior, que llega hasta los 35, cree que la poca seguridad es el principal problema de Barcelona. Es especialmente destacable que la franja de entre 24 y 35 es la que más porcentaje de personas inseguras aporta a la encuesta.

La otra preocupación destacada es el acceso a la vivienda. El 28,4% de los jóvenes entre 24 y 35 años –casi uno de cada tres– dice que es su problema principal, exactamente el mismo que expresa un 25% de los adultos de entre 35 y 44 años. Todavía más alta es la preocupación de aquellos que tienen entre 45 y 54 años; un 35% dice ser esta el principal problema que le ven en la ciudad. La edad de emancipación media de los catalanes está en los 29,8 años, cifra ligeramente inferior a los 30,3 años del Estado, pero cuatro años por encima de la media europea (26 años).
Las inquietudes menos conocidas
Los jóvenes también expresan más desazones que los adultos respecto a las condiciones de trabajo o los problemas económicos. El 4,7% de la franja más joven y el 3,1% de los de 30 sitúan el trabajo como la principal preocupación. El resto de franjas apenas llegan al 2%. Por otro lado, el 6,9% de entre 18 y 25 está preocupado por la economía, lo mismo que pasa con el 4,6% de los que tienen entre 24 y 35. Son datos bajos, pero remarcables si tenemos en cuenta que la gran mayoría de preocupaciones de la lista tienen cifras todavía más simbólicas.
Para acabar, uno de los datos curiosos del barómetro es que los jóvenes de hasta 24 años son los que más expresan, y de forma muy destacada, una desazón por el turismo (un 24%). Las otras franjas de edad también muestran su preocupación, pero los que lo sitúan como problema principal de la ciudad no supera el 15% en prácticamente ningún otro segmento poblacional.