El agua podría volver antes del verano a los jardines de Sant Pau del Camp. El Ayuntamiento de Barcelona se ha puesto las pilas para probar de solucionar cuanto antes mejor la grave problemática que afecta a este espacio verde, uno de los pocos que se ubican en el barrio del Raval, que desde hace meses no cuenta con ninguna fuente con acceso a agua corriente.
Todo ello empezó cuando los vecinos de estos jardines denunciaron en agosto del 2023 que la fuente canina del espacio solo funcionaba con cuentagotas en pleno episodio de calor extremo. El abrevadero estaba inoperativo la mayoría de días de la semana y los días que funcionaba solo lo hacía durante unas horas concretas por la mañana y al mediodía, de forma que muchos de los propietarios de mascotas de la zona no podían aprovechar estos momentos porque les cogía en horario laboral. Ahora bien, la situación fue a peor con el paso de los meses y también dejó de funcionar la única fuente de agua potable que hay en todo el recinto.
Una solución ya tramitada
La causante de estas disfunciones es una importante fuga de agua en el sistema de suministro, que no permite que el líquido pueda fluir de manera ininterrumpida. El consistorio hasta ahora no había puesto remedio a la problemática a pesar de las numerosas quejas que los vecinos han hecho tanto siguiendo los canales estipulados como través de las redes sociales. Sin embargo, fuentes municipales han asegurado a preguntas del TOT Barcelona que ya han tramitado la petición de un nuevo contador a la compañía de suministro de aguas, una solución que permitirá configurar una red independiente para la fuente aislando de este modo el sistema donde se encuentra el escape, que ha quedado obsoleto.
Las mismas voces confirman que tienen constancia de este escape desde hace meses y que se optó por dejar la fuente sin suministro atendiendo la grave situación de sequía. Una vez colocado el nuevo contador, las fuentes de los jardines de Sant Pau del Camp podrán recuperar su servicio habitual tras cerca de un año y medio sufriendo estas anomalías. La previsión es que la actuación pueda estar terminada antes del verano, atendiendo la probabilidad de sufrir nuevos episodios de calor tan virulentos como los del año pasado, que obligaron a activar las alertas municipales por altas temperaturas tanto diurnas como nocturnas.