La situación de sequía actual hace que las empresas acaben innovando, y esto es el que han hecho la empresa Farmbrots, que tiene una plantación vertical interior en la calle de Rocafort. Esta empresa cultiva brotes de albahaca, rábanos y otras variedades de verduras y hortalizas a través de un método de cultivo hidropónico y vertical que ahorra un 95% de agua. Estas plantas crecen sobre un sustrato de fibra de coco reciclada dispuestas en bandejas que permiten usar un sistema de regadío al por menor con el cual no se pierde «ni una sola gota de agua» y que los aporta los nutrientes necesarios, así como la cantidad «exacta» de agua para desarrollarse, según explica Adrés Clarós, uno de los socios fundadores de la compañía.
Según explica Clarós «no hay pérdidas y nada va a parar al subsuelo, es muy eficiente».
¿Cómo lo hacen?
La empresa tiene un control exhaustivo durante todo el proceso y disfruta de un «programa informático que regula la temperatura, la humedad relativa o las concentraciones de dióxido de carbono», aporta información sobre las cantidades que hay que plantar y recolectar cada jornada y las cámaras de visión artificial pueden ayudar a predecir situaciones de estrés hídrico. A pesar de esto, este sistema no sustituirá la agricultura tradicional, y el mismo fundador de la empresa explica que es un «complemento» que puede aportar grandes beneficios.
Utilizan productos sostenibles
Según explica el fundador, uno de los grandes atractivos de los cuales dispone este sistema es que está diseñado por el entorno urbano y es respetuoso con el medio ambiente. Según señala Clarós es «un producto de proximidad, la distribución se lleva a cabo en vehículos eléctricos, y los envases que utilizamos son de plástico reciclado o elaborados a partir de un producto orgánico«. Así pues, estas verduras no tienen pesticidas ni productos químicos, puesto que están cultivadas en espacios interiores y no están expuestas a inclemencias meteorológicas.
