Nueva hito científico relevante en el ámbito internacional con ADN de un hospital barcelonés. Investigadores del Hospital Clínic-IDIBAPS han liderado un estudio internacional en que han desarrollado una herramienta que determina el riesgo de sufrir enfermedades hepáticas. Se trata de un índice que permite calcular la probabilidad de desarrollar cirrosis u otras enfermedades graves en el hígado. ¿Cómo? Gracias al análisis de ocho variables: la edad, el género y seis variables estándares de laboratorio. Los expertos prevén poder diagnosticar de manera precoz la enfermedad, aplicar cambios en el estilo de vida de las personas de riesgo e iniciar tratamientos que frenen la progresión. El estudio, publicado a ‘The Lancet’, ha sido liderado por el consultor del Servicio de Hepatología del Clínico y jefe del grupo de Enfermedades crónicas del hígado del IDIBAPS, el doctor Pere Ginès, y se ha elaborado en el marco del proyecto europeo LiverScreen.
En este proyecto han participado 43 hospitales y centros de investigación de España, Dinamarca, Francia, Holanda, Inglaterra, Alemania, Italia y Croacia.
Atacar la cirrosis, una enfermedad con mucha mortalidad
“Se trata de un método similar al que se utiliza para determinar los factores de riesgo cardiovascular, que existen desde hace años y que predicen si una persona tiene riesgo de tener un infarto de miocardio”, señala Ginès. Para desarrollar el índice de riesgo, los investigadores han analizado los datos de 6.400 personas sin enfermedad hepática conocida. Después de una prueba de elastografia hepática, que permite determinar la rigidez del hígado, se vio que algunas de estas personas tenían fibrosis hepática. Este índice de riesgo después se validó en un grupo de 8.369 personas de la población general y su valor pronóstico se determinó en una cohorte de más de 416.000 participantes sin enfermedad hepática y con un seguimiento de 12 años.
Una de las principales dianas de esta nueva herramienta es prevenir la cirrosis, considerada una de las principales causas de mortalidad al mundo y la segunda causa de años de vida perdidos a Europa. A pesar de que la cirrosis causada por la hepatitis C ha disminuido gracias a los nuevos tratamientos, la enfermedad prevalece por el gran número de casos de diabetes tipos 2 y de obesidad que hay. Además, la cirrosis puede acabar desembocando en un cáncer de hígado.
Es por eso que Ginès valora muy positivamente el adelanto que supone esta herramienta en la detección de la cirrosis y otras enfermedades hepáticas: «La cirrosis es una enfermedad que se desarrolla muy lentamente y no produce síntomas, de forma que a menudo se diagnostica en fase muy avanzada y las posibilidades de tratamiento son limitadas”.