El Gobierno de Ada Colau ha respondido al presidente del Puerto, Lluís Salvador, que en una entrevista al programa
La reacción llega después de que desde el puerto barcelonés cerraran de nuevo la puerta a una de las principales propuestas del Ayuntamiento. «Sabe perfectamente que la limitación de barcos es un acuerdo voluntario y que no hay capacidad para hacerlo«, especificaba Salvador este miércoles. Una percepción con la que también discrepa Badia: «Las medidas son posibles«, dice el regidor, que a la vez pide «un liderazgo de la administración pública». En este aspecto, fija la marida en la Generalitat de Cataluña, responsable de la infraestructura. «El que más nos preocuparía sería que la Generalitat subscribiera las afirmaciones del presidente del Puerto», concluye.

¿Limitar los cruceristas en algunos puntos de la ciudad?
El Ayuntamiento y el Puerto siguen muy distantes en cuanto a la gestión que hay que hacer de los cruceristas. Para Salvador, sería interesante estudiar «limitar los cruceristas en los puntos donde generan congestión» y evitar así que se acumulen en algunos puntos de la ciudad. Ahora bien, Badia ha reiterado que la solución «no va de poner más redes de buses moviendo turistas».
De esta forma, el gobierno municipal vuelve a dejar claro que no quiere oír a hablar de distribución de cruceristas, sino de una limitación de estos. Un caballo de batalla constante para los Comunes. En mayo, por ejemplo, la misma alcaldesa puso de ejemplo el caso de las Islas Baleares, que el año pasado limitaron la llegada de cruceros a un máximo tres al día y un límite de 8.000 visitantes. «Podríamos partir de la propuesta de las Baleares para estudiarla para Cataluña», añadió.