Golpe duro para el Gimnasio Social Sant Pau. El equipamiento ubicado en el barrio del Ravl del distrito barcelonés de Ciutat Vella ha informado este lunes que no continuará ofreciendo el servicio de duchas, que usan unas 200 personas sin techo a la semana, después de un nuevo retraso en la llegada de la prometida subvención municipal. El cierre de este espacio a partir del próximo jueves 2 de noviembre supondrá también el inicio de las gestiones por parte de los responsables del centro para aplicar un ERTE a los 12 trabajadores de las instalaciones.
«A pesar de las reiteradas conversaciones mantenidas, el Ayuntamiento ni paga, ni concreta el día de pago de la subvención nominativa de 200.000 euros otorgada hace meses. Desde hace semanas estamos sintiendo de boca del Ayuntamiento que el pago es inminente, pero el dinero no llegan al banco, y no podemos seguir poniendo en riesgo los ingresos, y, por tanto, la vida de las personas que están trabajando y dando servicios en la actividad. El día 2 de noviembre, el Servicio de duchas y cambio de ropa del Gimnasio Social Sant Pau no abrirá sus puertas a las 8h como lo lleva haciendo hace años», señala el centro en un contundente comunicado.
Salvat por donaciones ciudadanas
«Con la caja de resistencia que llenamos la semana pasada hemos podido pagar parte de las nóminas de las trabajadoras y la seguridad social de octubre, y no podemos hacer nada más que dar las gracias a todo el mundo que nos ha ayudado. No podemos seguir resistiendo con las aportaciones de personas a título individual. Todo el mundo tiene derecho a cobrar la nómina por el trabajo que hace, y en las graves consecuencias que tiene para estas personas, y sus familias, no cobrarla a final de mes. Desde la cooperativa no podemos permitir que nuestras trabajadoras y proveedores sigan sufriendo las consecuencias de una mala gestión municipal», concluye el comunicado, muy duro con las falsas promesas que durante las últimas semanas se han trasladado desde el ejecutivo.

