El cierre de los cines Comedia está siendo una de las noticias de la semana en la ciudad de Barcelona. Forofos del cine, cineastas, y gente preocupada por la pérdida de patrimonio que sufre la capital catalana han llorado el futuro cierre, este el próximo domingo, de una sala de cines de más de 60 años de historia.
La Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona buscan un nuevo futuro
Así lo ha expresado la consejera de Cultura, Natàlia Garriga, en declaraciones que ha recogido la ACN, quien ha dicho que «todo apunta» que «no se perderá una equipación cultural» en la ubicación dónde, hasta domingo, hay los cines Comedia. En una rueda de prensa hecha en el Palau Marc, Garriga ha asegurado que desde la noticia del cierre del Comedia «han llegado diferentes iniciativas» para dar alguna salida a los emblemáticos cines situados en el cruce entre Gran Vía y paseo de Gracia.
De hecho, ha explicado que el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Cataluña están en contacto para estudiarlo, a pesar de que avisa que se tiene que «ser conscientes» al tratarse de un espacio protegido en el cual solo «se pueden hacer según qué funciones«. Garriga, pero, ha reiterado que cerrar el Comedia «es una pérdida», puesto que es un local con «60 años de cine y muchos de teatro».

Los propietarios del local están estudiando opciones de grupos que se ha interesado por el Comedia, pero avisan que elegirán el operador que ofrezca una actividad de valor añadido a la capital catalana.
Un local emblemático
Yelmo anunció el pasado miércoles que el histórico Comedia no volvería a abrir más allá del día 14 de enero, cuando finaliza el contrato de gestión de un espacio que dispone de cinco salas y que empezó a exhibir películas en la década de los 60, cuando abrió y contaba con tan solo una pantalla. El año 2017, pero, el grupo Yelmo compró las emblemáticas salas. Una compra que, por culpa de la bajada de público que provocó la pandemia de la covid-19, ha hecho que la empresa se decida para cerrar unas salas que forman parte de la historia de Barcelona.
Pero más allá del poco público, los trabajadores del cine denunciaban el deterioro de las instalaciones a través de un perfil en las redes sociales denominado ‘Sala Abierta’, donde lamentaban la dejadez de la sala.
