Salvador Barroso es uno de los vecinos del barrio de la Sagrada Família al cual persigue desde muchos años una pregunta que recuerda cada día: si la finca donde vive acabará derribada o no. El motivo de esta posibilidad es que varios bloques de pisos están afectados por la construcción de la fachada de la Glòria de la Sagrada Família, que incluye una gran escalinata que supondría el derribo de viviendas. Tal como asegura al TOT Barcelona, convivir con esta realidad le supone “un daño psicológico impresionante”. “Es como el que está en el corredor de la muerte y no sabe nunca cuando lo matarán. Ningún vecino quiere hacer obras de mejora ni mantenimiento porque no sabemos qué pasará. Es una pesadilla”, asegura Barroso, que a la vez es presidente de la asociación que representa los vecinos que viven esta situación, Afectats pel Temple. Según el recuento hecho por esta, si la escalinata acaba levantándose, se derrocarían un mínimo 250 viviendas.
Barroso comparte estas palabras pocos días después de que Esteve Camps, presidente delegado de la Junta Constructora del Temple Expiatorio de la Sagrada Família, asegurara en una entrevista a
Reuniones pendientes
Las declaraciones hechas a

Desde la Sagrada Família, pero, se muestran abiertos a celebrar una reunión. Recuerdan que las mesas de trabajo y diálogo con el Ayuntamiento arrancaron el 2019 y que están esperando la próxima convocatoria. “Estamos seguros de que se llegará a encontrar una solución justa para todo el mundo”, indican, y a la vez insisten que hay que acabar todo el proyecto. “Somos los herederos del proyecto de Antonio Gaudí y tenemos el compromiso y la obligación de hacer posible el proyecto en su totalidad”, defienden.
Para Pla, se tendrían que haber celebrado más encuentros. Señala que después de las mesas de trabajo del 2019, solo se ha celebrado un encuentro y dónde, además, la basílica no estuvo presente. Tuvo lugar hace unos meses y participaron Afectats pel Temple, la Asociación de Vecinos de la Sagrada Família, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) y la exconcejala de Urbanismo Janet Sanz. Por su parte, el ejecutivo de Jaume Collboni parece que quiere continuar tratando el tema en la misma dirección que la exalcaldesa Ada Colau. Fuentes municipales informan al TOT que la voluntad del gobierno es dialogar con todas las partes para encontrar una solución. “Se trata de definir un gran acuerdo que incorpore todas las miradas posibles y que suponga el mejor encaje del monumento con el barrio, con el planeamiento urbanístico vigente y teniendo en cuenta que se trata de un entorno con mucha presión turística”, detallan.
Ningún edificio a tierra
El único encaje que la basílica puede tener en el barrio es, según Afectats pel Temple, no salir adelante el proyecto de la escalinata. Pla lo deja muy claro. “Nuestra posición es que no se construya la escalinata y que ningún edificio vaya al suelo. La Sagrada Família se tiene que adaptar al barrio, no a la inversa”. Este argumento no solo lo defiende porque la construcción del templo no tiene que suponer la expulsión de vecinos, también porque, tanto Pla como Barroso, aseguran que las personas que compraron o alquilar estas viviendas hace décadas, desconocían que estaban afectados y que, además, la mayoría se construyeron antes del 1976, cuando se aprobó el Plan General Metropolitano que declaró las afectaciones.

En el caso de Pla, su madre compró el 1964 la farmacia que actualmente lleva él y que también está afectada. “Recuerdo que cuando se declararon las afectaciones, a casa decíamos: esto no llegaremos a verlo, el templo tardará mucho más a construirse”. Aquellos tiempos, pero, quedan muy lejos, y el panorama ha cambiado mucho. Las obras de la Sagrada Família han cogido velocidad en los últimos años y su final ya está al horizonte. Esto, insiste, genera cada vez más “angustia” y, a la vez, condiciona el día a día de vecinos y comerciantes que desconocen cuál será su futuro. “Hace falta que negociemos. Hay que delimitar el alcance del proyecto porque tenemos que saber cuanto antes qué pasará”, pide Pla.