Barcelona está viviendo uno de los episodios de calor más intensos de su historia. Esta semana se han activado diferentes alertas municipales por las altas temperaturas tanto diurnas como nocturnas que se están registrando en la capital catalana, que podrían suponer un riesgo para la salud de las personas. Los ciudadanos, sin embargo, no son los únicos afectados por este particular infierno en el cual se han convertido muchos hogares de la ciudad. Las mascotas también tienen que hacer frente a este episodio y muchas veces se convierten en las grandes damnificadas, puesto que no pueden salir a la calle tanto como necesitarían.
En el caso del Raval, la situación es especialmente preocupante por la falta de espacios verdes donde poder llevar a los animales. Esto complica la convivencia con este calor extremo y obliga a los propietarios a mantenerse siempre cerca de un espacio con agua para que las mascotas puedan apaciguar su sed. Aun así, hay una zona de este barrio donde los vecinos tienen dificultades para poder incluso acceder a una fuente potable cada día de la semana. Se trata de los jardines de Sant Pau del Camp, a tocar de la avenida del Paralelo, donde desde hace casi tres meses hay una fuente canina que solo funciona con cuentagotas.
Según han denunciado varios vecinos a través de las redes sociales y también se han hecho eco medios de comunicación como
Posibles protestas para reclamar la reparación de la fuente
«Quienes llevamos a los perros al cercado de Sant Pau del Camp no debemos pagar suficientes impuestos, porque no nos merecemos ni sombra ni agua», señalaba a través de las redes sociales un vecino de la zona. Quejas como estas han sido recurrentes en los últimos meses. Algunos inquilinos del barrio como el ex consejero de ERC en Ciutat Vella Jordi Callejo hace tiempo que reclaman al ejecutivo ahora encabezado por Jaume Collboni que ponga solución al problema. «Todavía ninguna solución. La paciencia de las vecinas no es infinita!», aseguraba hace unos días Callejo en una publicación.
Ante esta situación, los vecinos se plantean pasar a la acción con varias vías para conseguir que el Ayuntamiento tome medidas. Uno de los caminos propuestos es llevar la reivindicación al Síndic de Greuges de Barcelona, pero también estudian protagonizar una protesta en la plaza de Sant Jaume o realizar una acción reivindicativa en la sede del distrito de Ciutat Vella. Por ahora todo son ideas que se han puesto sobre la mesa de manera informal, pero si no hay cambios y la fuente continúa sin repararse, el vecindario podría decidir tomar cartas en el asunto para denunciar la inoperancia del consistorio.