Barcelona se ha despertado este viernes con un fenómeno meteorológico no especialmente extraordinario, pero que ha dejado un panorama curioso en la capital catalana. A primera hora de la mañana, la cumbre de la montaña del Tibidabo parecía objeto de un truco de escapismo. El punto más alto de la montaña barcelonesa había desaparecido detrás de un mar de pequeñas nubes bajas que ha cubierto la ciudad y bloqueaba el acceso de los rayos del sol, que no podían penetrar esta masa y no llegaban a deslumbrar las calles de la capital catalana, dejando un posado más bien agrisado.
Este fenómeno meteorológico ha sido detectado y capturado este viernes por el meteorólogo del Observatori Fabra, Alfons Puertas, que ha destacado que estas nubes estaban hoy especialmente bajas, hecho que ha provocado esta desaparición momentánea de la cumbre del Tibidabo y que ha dado poca oportunidad al sol para lucir.

En las diversas fotografías compartidas por Puertas se puede ver la ciudad iluminada tenuemente por los primeros rayos que conseguían penetrar este mar de nubes bajas y llegar hasta pie de calle.
Uno de los mejores avistamientos de Mallorca
Este, pero, no ha sido el único fenómeno curioso que se ha podido ver desde el Observatori Fabra durante este mes de marzo. El pasado 9 de marzo la ciudad se despertó con uno de los mejores avistamientos de la isla de Mallorca de los últimos tiempos.
El espectacular momento fue capturado por Puertas, que realizó varias fotografías donde se puede ver nítidamente al horizonte la silueta de Mallorca sobresaliendo imponente del Mediterráneo mientras la ciudad despierta. Según explicaba el meteorólogo entonces, este fenómeno estuvo principalmente propiciado por el fuerte viento de Poniente que soplaba y que consiguió llevarse las nubes, limpiando el panorama y haciendo visible la isla.
Precisamente, aquel día tampoco había una gran masa de contaminación en el cielo de la capital catalana, de forma que se dieron las condiciones idóneas para que tuviera lugar este nítido avistamiento.