El desalojo de los edificios ocupados del Kubo y la Ruïna ha sido uno de los puntos informativos y sociales de hoy jueves 30 de noviembre. La actuación policial no ha dejado indiferente a nadie, puesto que se han enfrentado a una finca totalmente fortificada y a la resistencia de los ocupas que poblaban los dos edificios.
Los Centros Sociales Okupats de la Ruïna y el Kubo hicieron un llamamiento a través de las redes sociales para todo el mundo que quisiera apoyar a la resistencia de los habitantes de los edificios ocupados. La manifestación, que ha empezado en Vallcarca a las cinco y media de la mañana, no ha podido evitar el desalojo a pesar de que si se veía que había bastante gente para las horas que eran.

El operativo policial ha empezado a las cinco y media de la mañana, y desde aquel momento han blindado la Bonanova para realizar el desalojo de los okupas. La cámara térmica del dron de los Mossos d’Esquadra ha dado una muestra del amplio dispositivo desplegado para acabar con siete años de ocupación.

Los agentes de la BRIMO de los Mossos d’Esquadra han entrado en una primera instancia a la finca ocupada, pero la fuerte resistencia que se han encontrado en el interior ha obligado a los miembros de la policía catalana a reagruparse ante el lanzamiento de bengalas, pintura, botellas y otros elementos.

A las ocho de la mañana, los Mossos d’Esquadra han conseguido entrar en los dos edificios y han accedido a la azotea del Kubo. Durante el transcurso de su actuación han identificado a siete personas.

La actuación policial ha durado más de lo esperado, puesto que uno de los ocupas se había colgado de la fachada del Kubo con un arnés, hecho que ha tenido que hacer necesaria la presencia de la unidad de Montaña de los Mossos d’Esquadra. También ha atrasado la operación la presencia de tres personas en el tejado de la Ruïna, que no tiene azotea y estaban sentados sobre las mismas tejas.

