Sábado 27 de enero, el Ayuntamiento anunciaba que derrocaría cuanto antes mejor el quiosco de venta de golosinas del barrio de Sant Antoni regentado por Milagros Carballo, que murió el próximo pasado 16 de enero a 90 años. Pues bien, las tareas de escombro ya han empezado este miércoles, como se puede ver en esta imagen. El Ayuntamiento ha decidido derrocar el quiosco porque apuesta por no conceder licencias de este tipo, en un intento de frenar la saturación al espacio público. Según el consistorio, el estado de conservación del quiosco era “precario” y por eso el distrito del Eixample ha procedido a retirarlo.

60 años de historia y un homenaje
Milagros dedicó 60 años de su vida a vender golosinas en este quiosco de la ronda de Sant Antoni, y era una mujer muy conocida no solo en este barrio, sino también con el fronterizo Raval. Y de hecho, nunca dejó de venir al quiosco hasta el último momento. De hecho, el distrito celebrará un acto en el espacio del quiosco que regentó en la calle de Villarroel con la ronda Sant Antoni y desde donde «Milagros se había ganado el aprecio del vecindario, un acto de recuerdo a su figura”, explicó este fin de semana el Ayuntamiento en un comunicado. De este modo, busca transmitir el legado que ha dejado la tendera al barrio. “Su quiosco era punto de encuentro de vecinos y vecinas de Sant Antoni y del Raval y lugar donde charlar con clientes y amigos”, explica el consistorio. De hecho, desde el 1962, primero junto a su marido y suela las últimas décadas, Milagros Carballo trabajó en el quiosco, donde su clientela era muy variada, pero se basaba en niños pequeños que compraban golosinas.