El proyecto europeo SCOREwater, en el cual ha participado el Ayuntamiento de Barcelona, ha analizado las aguas residuales de Barcelona para averiguar los hábitos ambientales de los vecinos, la generación de residuos y su estado de salud, con la presencia de cafeína, nicotina o fármacos. El estudio también ha permitido obtener información sobre la presencia de genes de resistencia a los antibióticos, sustancias de productos de cosmética o enfermedades como la covid-19.
El estudio se ha centrado a estudiar las aguas residuales de tres barrios de la ciudad: el Carmel —distrito de Horta-Guinardó—, Poblenou —Sant Martí— y Sant Gervasi —Sarrià-Sant Gervasi—. En cuanto al Carmel, el barrio más residencial de los tres, se llegó a la conclusión que genera volúmenes de agua que llegan a los 109 litros/habitando/día y que es el territorio donde hay menos presencia de plastificantes y filtros solares UV.
Café, alcohol y pitillos
Por su parte, el Poblenou, donde hay más actividad comercial y establecimientos de restauración, es el barrio donde se ha encontrado en las aguas residuales más consumo per cápita de café, alcohol y cigarros. En cambio, en Sant Gervasi es donde se ha encontrado una presencia más grande de resistencia a antibióticos. Este dato, pero, no se ha podido relacionar con un mayor consumo de antibióticos. En cuanto a las conclusiones extraídas sobre la covid, en los tres barrios los picos de casos clínicos diagnosticados han coincidido con los picos de niveles del virus a las aguas residuales.
El estudio no ha finalizado con estos resultados. El siguiente paso ha sido trabajar una campaña de sensibilización para concienciar sobre la utilidad de las aguas residuales para conocer información única, innovadora y muy valiosa por las administraciones, agencias de salud pública y ciudadanía. Estos datos sirven, entre otros, por diseñar de políticas públicas más eficaces y adecuadas a las necesidades de cada barrio.
