El Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes (SEPC) ha llamado a la huelga este miércoles en defensa del pueblo palestino. Se trata de un paso más a la acampada que llena el patio de la Universitat de Barcelona (UB) desde la semana pasada, y que se ha mantenido inmóvil todo y la celebración de las elecciones catalanas de este pasado domingo 12 de mayo. De hecho, los mismos concentrados en el claustro del Edificio Histórico de la universidad barcelonesa también han animado a los jóvenes a adherirse a la jornada de protesta impulsada por el SEPC. El objetivo de esta huelga, a la cual hay están llamados todos los alumnos de institutos y universidades, es collar los centros educativos -de todas las etapas- para que rompan cualquier tipo de vínculo con Israel y porque se posicionen «en contra del genocidio».
Para hacerse sentir, los estudiantes han convocado una manifestación unitaria por este miércoles a mediodía en el centro de la capital catalana. En una publicación en las redes sociales informando de la protesta, el SEPC ha recriminado también la «complicidad» de la OTAN y de la Unión Europea en la «masacre palestina», en cuanto que los ven como «principales agentes que la motivan económicamente y estratégicamente». Además, hacen referencia a la «solidaridad internacionalista» ante unas movilizaciones a escala internacional que se están llevando a cabo desde hace semanas por parte de luchas estudiantiles.
Sin fecha final para la acampada
Los manifestantes de la acampada en la Universitat de Barcelona también han dejado muy claro varias veces que no levantarán la protesta hasta que se hagan efectivos los acuerdos adoptados por el claustro el miércoles de la semana pasada, mediante los cuales la UB romperá relaciones con las universidades y centros de investigación de Israel que no estén comprometidos con la paz. En este sentido, pidieron la convocatoria de una sesión extraordinaria al Consejo de Gobierno para ratificar el texto que exige la rotura de las relaciones con universidades, institutos de investigación y empresas israelíes. Una rotura generalizada que ha impulsado la convocatoria de huelga.
