El apagón eléctrico, que afecta a toda la península y otros países europeos, ha colapsado los servicios de trenes. Después de unos instantes de dudas, con el desalojo de todas las estaciones del metro y de los andenes de Rodalies y la alta velocidad, los Mossos d’Esquadra han comenzado a evacuar también el vestíbulo de la estación de Sants hacia la una y media. Los trabajadores recorren la estación con un megáfono y el aviso también se hace por megafonía. Algunos agentes desplazados a la estación explican al Tot Barcelona que el objetivo es liberar el recinto de pasajeros para revisar si alguien ha quedado atrapado.
La información escasea entre los usuarios, en parte porque las autoridades aún están tratando de recopilar todos los datos que los acerquen a una mínima previsión. Muchos usuarios se han quedado en la plaza de los Países Catalanes, con los Mossos organizando la salida de la estación. Lo único que saben los usuarios es lo que ha sonado por megafonía, dos mensajes similares pero diferentes de los andenes del metro y del tren. «Servicio detenido por una avería externa», informaba la megafonía del metro mientras, en el vestíbulo de Sants, se concretaba que se trata de «un corte de tensión a escala nacional».

Momentos de incertidumbre antes del desalojo de la estación
Pocos minutos antes de la una, aún con el apagón reciente, muchos usuarios desconocían qué pasaba. Zacarias es uno de ellos. «¿En toda España? Esto es una novedad para mí», indicaba al TOT poco antes de ser desalojado. En el otro extremo de la estación, las colas para entrar a la zona reservada para la alta velocidad han ido creciendo, con más incertidumbre que indignación. Muchos pasajeros que debían tomar un tren a Madrid se han visto atrapados. «Va para largo, acabo de hablar con un familiar que vive en Cádiz y están igual», ha apuntado una de las mujeres de la cola. «Hemos llegado justo en el momento en que la estación se quedó a oscuras y nos han dicho que nos quedemos aquí», ha confirmado Maria, otra afectada.
Sentada en un rincón, cerca de las escaleras que van a la L5 del metro -cerradas y a las focas- una familia de tres esperaba paciente, a pesar de haber sufrido también el desalojo del metro. «Hemos subido a Cataluña y justo en ese momento se quedó a oscuras el metro. Han pasado dos minutos y nos han pedido que salgamos. Afuera tomamos un taxi y cuando llegamos aquí ya nos encontramos con toda esta situación», explica Arlandis, la madre. La inmensa mayoría de los pasajeros ya están fuera de la estación y a las 14 horas aún no hay previsión de cuándo se podría recuperar el servicio.
