El síndic de greuges de Barcelona, David Bondia, insta al Ayuntamiento a prohibir la publicidad de bebidas alcohólicas en todos los soportes municipales y promocionales que gestiona. Entre estos, Bondia cita el transporte público, como la red de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), «los convenios de colaboración y de autorización paisajística, las acciones promocionales derivadas de los acuerdos de patrocinio y las colaboraciones con eventos», dice una resolución del defensor de los barceloneses ante el consistorio a la cual ha tenido acceso el TOT Barcelona.
A mediados de julio de 2024, el síndic decidió abrir una actuación de oficio tras constatar la presencia de publicidad de alcohol en autobuses de TMB, marquesinas de bus y del tranvía y en andamios de edificios con anuncios fruto de acuerdos con el Instituto Municipal del Paisaje Urbano y la Calidad de Vida. De hecho, tal como explica Bondia, la dirección de Comunicación del Ayuntamiento admite la aparición de logotipos de bebidas alcohólicas, si tienen menos de 20°, en patrocinios del Instituto de Cultura o de Barcelona Deportes, y de campañas de bebidas alcohólicas, de menos de 23°, en la red de metro y bus y en elementos del paisaje urbano, entre otros ejemplos.

El Ayuntamiento se limita a seguir la ley
Bondia recuerda que desde 2009, los planes de acción sobre drogas y adicciones del Ayuntamiento plantean «la limitación o eliminación de estas actuaciones publicitarias». A juicio del síndic, el consistorio «debería aplicar las recomendaciones de sus propios planes de acción, y adelantarse a la futura regulación de la Generalitat, pero, por ahora, se ha limitado a actuar según los criterios legales establecidos, sin ninguna otra limitación».
La normativa actual prohíbe, entre otros supuestos, la publicidad de alcohol dirigida a menores. Tampoco se puede asociar el consumo de alcohol a la mejora del rendimiento físico o al éxito social o profesional. Pero las restricciones en los medios publicitarios son muy desiguales. Mientras en la radio y en la televisión «son muy estrictas», en el exterior (en vallas, paneles y transporte público) son bastante más «permisivas», subraya Bondia.
El síndic concluye que la actuación municipal está ajustada a derecho, pero no es eficaz para garantizar el derecho a la salud de la ciudadanía en general y de los menores en especial. Además de vetar la publicidad y la promoción de bebidas alcohólicas en todos los soportes municipales, Bondia recomienda -las resoluciones del defensor no son de obligado cumplimiento para el Ayuntamiento- impulsar la aprobación de una normativa en este ámbito que vincule a todos los servicios y organismos municipales y consorciados.

El alcohol, la sustancia psicoactiva más consumida
En el dictamen, Bondia menciona que el alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida por la ciudadanía de Barcelona y la causa principal del inicio de tratamientos médicos. En el caso de los menores, el consumo de alcohol se inicia a los 13 años y medio.
En opinión del síndic, es necesario «implementar medidas para cambiar el entorno físico, social, cultural y económico en el que vivimos las personas de una manera que facilite el cambio de conductas». Es lo que se conoce como «prevención ambiental», y que ha ayudado a reducir, por ejemplo, el consumo del tabaco.