El restaurante histórico Can Lluís, en la calle de la Cera, 49, se prepara para reabrir. Fuentes vinculadas al proyecto así lo han confirmado a TOT Barcelona. El establecimiento cerró en 2020, durante la primera ola de la pandemia, y no volvió a abrir. La intención de la nueva propiedad, un grupo inversor, es que el negocio levante de nuevo la persiana «cuando se acerque el verano» para ofrecer cocina catalana con un equipo de gestión también catalán. Ahora mismo, el local, con 92 años de historia, está en obras. Forma parte del catálogo de patrimonio elaborado por el Ayuntamiento en 2016 en la categoría E3, establecimientos con valor patrimonial.
Quien ha avanzado la noticia a este medio es Alberto Mejías, uno de los fundadores de la plataforma de establecimientos históricos Emblemàtics Barcelona. En conversación con TOT, los nuevos titulares del negocio explican que quieren dar «una segunda vida» a Can Lluís. La reforma aseguran que se está haciendo con mucho cuidado, pero está yendo más lenta porque les faltan algunos materiales, como baldosas que había en el restaurante, y que se están fabricando en Castellón. Mejías añade que ya se han encargado los letreros del local. Los actuales están rotos.

Un local marcado por la explosión de una bomba
El negocio se llamará igual, Can Lluís. De hecho, la propiedad quiere «preservar la historia» del restaurante, uno de los favoritos del escritor Manuel Vázquez Montalbán, marcada por la explosión de una bomba, en un atentado anarquista, el 23 de enero de 1946, en plena dictadura. Murieron cuatro personas, entre ellas el abuelo y el tío de Ferran Rodríguez, el último propietario de Can Lluís, junto con su esposa, Júlia Ferrer. Esta ha dicho al TOT que hace dos años una persona se puso en contacto con su sobrino y le comentó que quería abrir un segundo Can Lluís, pero no sabe si son las mismas personas que ahora quieren abrir el restaurante. Recientemente, Pol, hijo de Ferran y Júlia, vio que el establecimiento ya estaba en obras.
Tal como se publicó en 2021, Can Lluís cerró en plena pandemia, pero había sido desahuciado sin aviso y el caso acabó en los tribunales, explicó Ferrer a Metrópoli. Los problemas del restaurante habían comenzado en 2014, cuando se acabaron los contratos de renta antigua. La situación se volvió insostenible cuando el edificio se vendió a un fondo inmobiliario en 2017. Siempre según la versión de la antigua propietaria del restaurante, pasaron de pagar 900 euros a 3.000, una cantidad inasumible para un restaurante pequeño y familiar como Can Lluís. Antes de cerrar, el restaurante también vivió un robo, una ocupación y los destrozos del techo del baño que la propiedad no habría reparado.

De Can Mosques a la visita de Messi
La historia de Can Lluís se remonta al año 1929. Ese año, Lluís Rodríguez y Elisa Viaplana se hicieron cargo de una fonda en la calle de la Cera esquina con Reina Amàlia llamada Can Mosques porque los barriles con bacalao fresco que había en las puertas del local atraían a las moscas. A lo largo de sus 92 años de historia, Can Lluís fue visitado por cientos de personalidades del mundo de la política, la cultura, el deporte y la vida social barcelonesa. El rumbero Peret, por ejemplo, era otro cliente habitual. Peret alternaba Can Lluís con Els Ocellets, que acaba de cumplir 40 años, y dirige Xavier Rodríguez, hermano de Ferran. El antiguo propietario decía que Can Lluís fue el primer restaurante al que fue Messi al llegar a Barcelona. Tenía solo 14 años y lo llevó allí el agente de futbolistas Josep Maria Minguella.