Las personas centenarias han alcanzado un nuevo máximo histórico en Barcelona. El resumen estadístico del padrón municipal de 2025 publicado por el Ayuntamiento fija en 1.104 las personas que tienen más de cien años en la ciudad. Una cifra que supone un 9,6% más que el año anterior. Las mujeres representan un 83,9% del total de personas centenarias: 926 mujeres por 178 hombres. «El protagonismo femenino es inapelable», resume el informe municipal. Ahora bien, ¿cómo se distribuyen este millar mal contado de personas centenarias en el mapa? Cuatro distritos bastante céntricos superan el centenar, con el Eixample como líder destacado del ranking.
En el Eixample viven 241 personas centenarias. Son 74 personas más que una década atrás (+ 44,31 %) y 183 más que a inicios de siglo (+ 315 %). El Eixample, que es el distrito más poblado, lidera a mucha distancia del segundo con más personas centenarias. Sarrià – Sant Gervasi tiene 172 personas centenarias, un 63% más que hace una década. Cierra el podio Horta-Guinardó, con 137 personas, lo que supone un crecimiento del 85%. Aunque no está entre los tres distritos con más centenarios, Sant Martí destaca con 125 personas de más de cien años, el doble de los registros de hace una década.

El resto de distritos tienen todos menos de cien personas centenarias. Ciutat Vella, con solo 34 personas centenarias, destaca como el distrito con menos centenarios. Esta cifra se queda a la mitad de otros distritos con resultados modestos, en este sentido. Les Corts, el segundo distrito con más personas de cien años o más, tiene 63. Sant Andreu (68), Nou Barris (72) y Gràcia (97) y Sants-Montjuïc (99) completan la lista.
¿Por qué hay más personas centenarias en Barcelona?
El informe sobre el padrón deja claro que el aumento del número de personas centenarias «no es una tendencia singular de Barcelona». En el Estado, remarca, el número de centenarios se ha multiplicado por 20 en las últimas cuatro décadas. «Estos rasgos generales enmarcan la tendencia hacia el envejecimiento de la población con una esperanza de vida en máximos y una reducción persistente de fecundidad y natalidad», reza el informe, que detalla algún argumento más: «En esta mayor supervivencia de personas muy mayores intervienen factores individuales de longevidad (con un elevado componente hereditario), así como factores ambientales, socioeconómicos y de acceso a la salud. Como en muchos otros lugares».
