La manifestación del Pride Barcelona reunió este sábado a miles de personas –unas 200.000 según la organización y 150.000 según la Guardia Urbana– por el centro de la capital catalana con la pancarta de cabecera «Cultura LGBTQIA+: Cultura universal». La marcha de 50 carrozas, que como siempre fue festiva, reivindicó “la cultura LGBTI+” y la diversidad contra “la censura y la ola reaccionaria”. La concentración comenzó en la plaza Universitat y llegó a última hora de la tarde al paseo Lluís Companys, lugar de la lectura del manifiesto, tras la cual se programaron actuaciones musicales de Chanel, Nebulossa, Edurne y Mónica Naranjo, entre otros artistas.
Pride Barcelona dijo en un comunicado que la cifra de asistentes supera sus expectativas y destacó que es una manifestación unitaria que interpela a la sociedad en un momento que considera clave: “La ola reaccionaria amenaza con recortar derechos fundamentales y no lo podemos permitir”. Los organizadores agradecieron la participación de los ciudadanos, de los voluntarios, de las instituciones y de los colaboradores “en momentos de regresión y discursos de odio”.
Algunos de los manifestantes dejaron muy claro en declaraciones a la ACN qué los motivó a manifestarse. Jordi Juncà dijo que «todos los derechos que todos merecen igual, aunque en muchos países no se respetan, o aquí se agrede a gente». Por otro lado, Laia y Clàudia, de Vilassar de Dalt, explicaron que este año repetían en el Pride. «Aunque fuera julio, agosto o septiembre, porque defender nuestro derecho a amar y a ser quienes somos, es necesario», defendieron. «Nosotras hemos vivido situaciones de homofobia en nuestras escuelas, y esto se debe explicar para que no ocurra; los niños deben ser educados en el amor y el respeto», remarcaron.

Barcelona confía en acoger el WorldPride de 2030
En la primera línea están el alcalde, Jaume Collboni; los ministros de Igualdad y Cultura, Ana Redondo y Ernest Urtasun; la consejera de Igualdad y Feminismos de la Generalitat, Eva Menor, y el delegado del Gobierno, Carles Prieto, con el histórico activista del colectivo Jordi Petit, estuvieron en la primera fila de la manifestación. Menor reafirmó la “tolerancia cero” del Gobierno ante la “discriminación, el racismo y la LGTBI-fobia” porque, según manifestó, “los derechos humanos son innegociables”. En este sentido, reiteró el “compromiso” del ejecutivo de Salvador Illa con estos derechos “ante la ola reaccionaria que está poniendo en duda esta agenda defensora de derechos”.
Collboni, por su parte, aseguró que el Pride de la ciudad defiende «los derechos del colectivo LGTBI+ pero también la libertad de expresión de todos». «Una jornada en la que la ciudad de Barcelona vuelve a mostrar su compromiso con la diversidad, la libertad de expresión y los derechos humanos», remarcó. Además, el alcalde recordó que han presentado candidatura para que Barcelona acoja el WorldPride de 2030 y se mostró confiado en que la ciudad se convertirá en un lugar donde «reunir las luchas de todo el planeta en defensa de la libertad». Redondo, por su parte, dejó claro el apoyo del ejecutivo español a esta candidatura y reivindicó el «patrimonio cultural de encuentro entre la ciudadanía y avance en derechos» de la capital catalana, que acogió las primeras manifestaciones del Orgullo en 1977. «Barcelona una vez más se pone al frente de la lucha a favor de los derechos LGTBI en el mundo», resumió Urtasun.
