El helicóptero accidentado en Nueva York el pasado jueves, en el que murieron seis personas, cinco de las cuales eran de una misma familia de Barcelona, no tenía caja negra, es decir, un registro de las incidencias. Tampoco llevaba grabadoras de vídeo ni cámaras a bordo, ni ningún sistema capaz de registrar información para la investigación que la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de EE.UU. continúa efectuando para determinar las causas del siniestro.
Las personas fallecidas son el piloto del aparato, y el matrimonio formado por Antonio Escobar y Mercè Camprubí Montal, ambos directivos de la empresa Siemens, y sus tres hijos, todos menores de edad. Camprubí era nieta del expresidente del Barça, Agustí Montal.
Agradecidos por vuestro apoyo que nos mantiene fuertes. Los Escobar-Camprubí estarán siempre entre nosotros, con su alegría y vitalidad. Os queremos familia ♥️ DEP pic.twitter.com/SVkNOVdDtA
— Joan Camprubí Montal (@J_Campru) 11 de abril de 2025
Familiares de las víctimas se han trasladado hasta Nueva York para acelerar la repatriación de los cuerpos. Joan Camprubí, hermano de Mercè Camprubí, dio este sábado una rueda de prensa desde la ciudad estadounidense, junto con el alcalde Eric Adams. Según el excandidato a la presidencia del Barça, su cuñado, su hermana y sus sobrinos «se fueron juntos, se fueron sin sufrir, se fueron con una sonrisa en sus caras. Esto es importante para nosotros. Queremos recordarlos y honrar su felicidad».
Recuperadas diversas partes del helicóptero
Tal como ha informado Europa Press, la NTSB sí ha confirmado la recuperación de diversas partes del helicóptero, como el fuselaje principal, incluyendo la cabina de mando y la cabina de pasajeros, la parte delantera del tubo de cola, las aletas del estabilizador horizontal y la aleta vertical. Los técnicos también han comenzado a evaluar el sistema de control de vuelo del helicóptero.

Los buceadores de la policía de Nueva York continúan este domingo con la búsqueda del rotor principal, la caja de engranajes principal, el rotor de cola y gran parte del brazo de cola del helicóptero, a través del uso de un sonar de barrido lateral para identificar posibles ubicaciones de los restos.
La última revisión, el 1 de marzo
Según ha constatado la NTSB, la última revisión importante al aparato se había hecho el pasado 1 de marzo. Y antes de sufrir el accidente había realizado otros siete vuelos turísticos.