Durante la pandemia, muchos negocios tuvieron que cerrar, también del mundo de la restauración. Uno que bajó la persiana fue El Gran Cafè del Gòtic, un establecimiento histórico, ya que sus orígenes se remontan a 1897, pero no como restaurante sino como filial de la fábrica de máquinas de coser de Jos Wertheim. Como restaurante, El Gran Cafè funcionó durante medio siglo, entre 1970 y 1920.
Desde entonces, el negocio no ha vuelto a abrir. De hecho, el edificio se encuentra totalmente degradado, lleno de grafitis que ensucian la fachada de la calle Avinyó, 9, al igual que sucede con la tienda El Indio del Raval, cerrada desde hace más de una década. A lo largo de estos años, el restaurante ha estado en alquiler algunas veces. Según Alberto Mejías, uno de los fundadores de la plataforma Emblemàtics Barcelona, en los últimos meses se han realizado reformas en el interior y el establecimiento podría reabrir.

Por el momento, lo cierto es que el restaurante está totalmente abandonado y sin actividad, a pesar de estar en pleno corazón del barrio Gòtic. El local forma parte de la ruta de los establecimientos emblemáticos de Barcelona y según explica este web en 1897 José Wertheim, hijo del fundador de las máquinas de coser, trasladó a Avinyó, 9 el negocio que había abierto en 1860 en Avinyó, 18 bis, donde además de vender se reparaban máquinas de coser y bicicletas.
El mueble exterior, que aún se conserva, es del año 1912. A lo largo de buena parte del siglo XX, el local siguió vinculado al mundo de las máquinas de coser. En 1920, se constituyó la sociedad La Ràpida y en 1949 se comenzaron a fabricar máquinas de la marca Singer.
Formaba parte del Grupo Cacheiro
La primera referencia como restaurante es de 1970, según el sitio web de los establecimientos emblemáticos de Barcelona. Los últimos años antes de cerrar, el local formaba parte del grupo Cacheiro.

Un local protegido
En 2016, el Ayuntamiento incluyó El Gran Cafè en el catálogo de establecimientos protegidos de la ciudad en la categoría E2 (establecimientos de interés). Entre los elementos exteriores destaca «una gran estructura de madera que abarca toda la planta baja del edificio y con el portal de acceso situado en el chaflán», dice el sitio web de la ruta de los establecimientos emblemáticos. Por otro lado, el nombre del local está hecho con letras en relieve -ahora, algunas están desaparecidas, como se puede ver en las fotos de este artículo-. Y en la esquina, un medallón ovalado situado en bandera «incorpora el relieve de la máquina de servir cerveza que hay en el interior». En el interior, el techo está decorado con motivos florales.