El Club Natació Sant Andreu ha vivido de todo esta primavera. Mientras las jugadoras del primer equipo de waterpolo llevaban a casa su primera copa europea, el club veía cómo el Ayuntamiento complicaba las condiciones de la licitación del CEM Sant Andreu, la única piscina pública del barrio. El club lleva años siendo su gestor y sus equipos compaginan este equipamiento histórico -datado de 1967- con la piscina olímpica de Fabra i Puig. El CN Sant Andreu confiaba en renovar la concesión de la piscina municipal, pero finalmente ha optado por no presentarse porque las condiciones de los pliegos «hacen inviable garantizar una gestión que asegure la sostenibilidad económica, la excelencia deportiva y la continuidad del proyecto social que durante décadas hemos construido al servicio de nuestros socios y del conjunto del barrio».

El Ayuntamiento prepara un nuevo complejo deportivo en la Sagrera, al otro lado del Estadio Narcís Sala, que hace frontera, y ha licitado ambos recintos juntos. El inicio de la polémica aparece en el texto de la licitación, que obliga a la entidad o empresa ganadora a invertir 3 millones de euros en la nueva cubierta de Sagrera -y un millón extra en material de fitness- y concreta que «se procederá al cierre del edificio antiguo [Sant Andreu] y se trasladará la totalidad de la actividad al edificio nuevo«. Esto ocurrirá en unos cinco años, aproximadamente. Un problema, según el club, sobre todo teniendo en cuenta que la nueva piscina no cumple los requisitos para la práctica deportiva federada. A pesar de la defensa del concejal de deportes David Escudé en el último pleno, en el que argumentaba que «se pasará de una piscina de 1,20 metros de profundidad a una de 1,80 metros», los planos y la realidad actual indican lo contrario. La piscina actual del CEM Sant Andreu tiene 2,10 metros de profundidad laterales y 2,80 en el centro. La nueva que se proyecta en la Sagrera llega como máximo a los 1,82 metros.

A los problemas de la práctica federada se suman unos números económicos «que no cuadran por ningún lado». A los cuatro millones de inversión inicial hay que sumar una prospectiva de socios «irreal», según detallan desde el club a este diario. La licitación proyecta un potencial de 6.000 socios, lo que implica, teniendo en cuenta que el CEM Sant Andreu tiene ahora unos 3.000, que habría que doblar la cifra para que la instalación fuera rentable. Así lo entienden desde la entidad, que queda ahora a la espera de ver cómo acaba el concurso público. El Ayuntamiento ha ampliado hasta el 10 de junio el plazo para presentar solicitudes.

Las jugadoras CN Sant Andreu en un partido de Champions | Foto de RFEN publicada en Europa Press

El Ayuntamiento ya conoce la decisión del club

El club informó de la decisión al Ayuntamiento el pasado 29 de mayo y ahora explican públicamente que lo hacen por «responsabilidad y lealtad a nuestro modelo social y vocación de servicio público». «Debemos preservar la estabilidad del club y velar por su viabilidad futura», insiste el club en un comunicado colgado en las redes, que deja claro que la decisión se basa en un «exhaustivo análisis jurídico, económico y social». El club lamenta una decisión «que no ha sido fácil» y lanza un aviso: «Lucharemos hasta el final para impedir el cierre del actual CEM Sant Andreu».

Fuentes internas de la concejalía de deportes insisten en que se trata de una cuestión a cinco o más años vista y discrepan de algunas interpretaciones que se están haciendo. Públicamente, el concejal David Escudé ha asegurado que «las jugadoras del waterpolo no tendrán que irse de Sant Andreu» y que se trabajará con el distrito «para tener más láminas de agua». La licitación conjunta del CEM Sant Andreu y el nuevo CEM Sagrera es para los próximos 15 años y se mantendrá la piscina histórica mientras la nueva no esté lista, tal como se menciona -de forma textual, pero sin fijar una fecha concreta- en el texto de la licitación. El pasado viernes, el gobierno municipal rechazó un ruego de Junts en el pleno en el que se instaba a reconsiderar las condiciones de la licitación.

Fragmento del documento ‘Gestión y explotación del Centro Deportivo Municipal Sant Andreu – La Sagrera’ de la concesión de las piscinas que está en licitación

El Ayuntamiento plantea en los pliegos el traslado de toda la actividad a la Sagrera en unos años, pero invertirá unos 90.000 euros en Sant Andreu vía los presupuestos participativos. La mejora de la accesibilidad y de las deficiencias que presenta la grada de la piscina del CEM Sant Andreu ha sido uno de los seis proyectos ganadores en el distrito y ha sido validado por el gobierno municipal. Un aspecto que diferentes voces en el barrio califican de «contradicción».

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